El presidente Alberto Fernández remarcó hoy el «sentimiento de pertenencia» que genera la Universidad de Buenos Aires (UBA) y destacó «el respeto a la diversidad» que se vive en sus aulas, al encabezar el acto por el bicentenario de la casa de estudios del que también participaron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, todos egresados de esa institución.
«En la UBA no sabemos cómo pensamos, ni de qué familia venimos, pero ahí adentro todos somos respetados y recibimos el mismo trato», dijo el jefe de Estado en su mensaje en la Manzana de las Luces del centro histórico porteño, edificio histórico donde comenzó a funcionar la UBA en 1821. Agregó que «la UBA es igualdad» y representa «la posibilidad que todos tenemos de acceder a un centro de estudios inmenso sin que nos discriminen» porque en la Universidad de Buenos Aires «todos recibimos el mismo trato, somos respetados y podemos progresar en ese ambiente diverso».
Para Fernández, la UBA marca también «la importancia de la educación como elemento de transformación de la sociedad» y, por ese motivo, reflexionó que no existe posibilidad de cambio en la sociedad si no es a través «de la educación». «No hay ninguna posibilidad (de transformación) en los tiempos que vivimos si no es a través de la enseñanza y la educación», dijo Fernández, quien se graduó de abogado en la UBA y es docente de la Facultad de Derecho.
«Le debemos mucho a la Universidad de Buenos Aires y a la educación pública; yo sigo dando clases porque siento que le estoy pagando una deuda: en mi condición de Presidente no debo dejar de pagar esa deuda porque sin la UBA, no estaría acá, tampoco Kicillof, ni Rodríguez Larreta, Cafiero o Fernán Quirós», concluyó.
Por su parte, en su intervención durante el acto, Kicillof, también egresado de la UBA y docente, señaló que la Universidad estatal nació para una elite nacional pero luego ese «elitismo» se fue «rompiendo». «La UBA nace como un centro científico, de formación y de ideas de la elite nacional y su fundación es un ladrillo central, pero la historia le va dando otro carácter a esta universidad: hay hitos que van rompiendo el elitismo de la UBA, como la Reforma Universitaria de 1918», dijo.
Agregó que esa reforma «rompió las cátedras hereditarias y vinculadas al pensamiento religioso, pero además convirtió a la universidad en algo democrático, con órganos de cogobierno» y destacó que a la UBA «no la dirige una sola persona sino que la gobiernan los estudiantes, los profesores, los no docentes y graduados, quienes eligen rectores y decanos».
Por su parte, Rodríguez Larreta, también egresado de esa casa de estudios, destacó «el compromiso, la solidaridad y el trabajo que hizo la UBA» en el contexto de pandemia «con los miles de estudiantes del área de medicina que trabajaron en los meses más difíciles con los vacunatorios, el plan detectar y los testeos». Rodríguez Larreta repasó sus años de estudiante en la carrera de Contador en la UBA y aseguró que «la UBA es un orgullo, es igualdad, liderazgo, ideas, trabajo en equipo y excelencia académica», además de «nutrirse en la diversidad de origen, ideológica y perspectiva, que enriquece mucho».