El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se mostró dispuesto a reabrir más actividades en el conurbano si sigue la baja de casos positivos de coronavirus y anunció el regreso paulatino y controlado de clases presenciales en 25 distritos de la provincia.
Tras criticar a la oposición por «no entender que no es un año electoral, sino un año de pandemia», el mandatario le pidió a los bonaerenses seguir «unidos» en la lucha para evitar la propagación de una pandemia que «no terminó».
Kicillof detalló la situación epidemiológica del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el interior provincial, al destacar que en la zona de Capital Federal y el conurbano «hay un descenso paulatino, lento y sistemático de casos», mientras en el resto de la provincia hay un crecimiento.
Con respecto al conurbano, anunció que si la semana próxima los casos siguen en descenso «se permitirá la reapertura de locales comerciales, no patios de comida ni zonas comunes o de esparcimiento».
También se habilitarán los ensayos de artistas en sus estudios, «las actividades deportivas al aire libre y la ampliación de la construcción privada».
Kicillof ratificó además que en 25 distritos provinciales con riesgo epidemiológico bajo o nulo por coronavirus comenzarán con clases presenciales.
Detalló que a la presencialidad ya dispuesta en 338 escuelas, se sumarán desde el 10 de noviembre próximo unas 357 escuelas más.
«Somos un pueblo que está resistiendo una de las peores catástrofes de la historia; tenemos que seguir cuidándonos a cada uno de nosotros, y pensando en los demás, seguir de guardia, organizados, responsables y solidarios», expresó Kicillof en una conferencia de prensa en La Plata.
El gobernador afirmó que «hay una parte de la oposición que no entendió que no es un año electoral, es un año de pandemia».
«Tenemos que hacer lo posible para permanecer unidos», insistió Kicillof, y agregó que «le digo a varios dirigentes y al expresidente (Mauricio Macri) que con el daño que se causó lo mejor es tratar de ayudar».
«Suena raro que intenten darnos consejos, recomendaciones», apuntó.
Recordó que durante un viaje a Francia del expresidente, éste aseguró que «ahí se respiraba libertad y hoy ese país tiene toque de queda» ante la pandemia de coronavirus.
«La pandemia no pasó, no ganamos nada negando su existencia, y lo digo por esas peleas absurdas que nos quieren hacer perder tiempo», sostuvo y remarcó que «hasta la vacuna tenemos que seguir trabajando con esfuerzo, día a día, poniendo lo mejor de cada uno».
Kicillof advirtió que «no es momento para sacar ventajas, mi obligación es proteger a los y las bonaerenses y no me van a distraer».
El gobernador agradeció una vez más la decisión del presidente Alberto Fernández de declarar tempranamente el aislamiento social, preventivo y obligatorio, algo que, a su entender, «evitó una catástrofe», puesto que se fortaleció un sistema sanitario que hasta el momento no colapsó.
El gobernador se refirió además a la próxima temporada de verano, al detallar que «en toda la provincia anunciamos el comienzo de la temporada para el próximo 1 de noviembre para los propietarios no residentes en lugares de veraneo y para el 1 de diciembre para los que van a visitar un lugar donde no tienen vivienda propia».
«El que respete los protocolos va a poder tener vacaciones en medio de esta pandemia», remarcó.
Finalmente pidió que «no hagan caso a los que nos quieren dañar la autoestima; si bajan los casos es porque hemos hecho todo lo que hay que hacer, esta pandemia no va a poder con nuestros sueños y nuestros proyectos, debemos posponerlos y mientras seguir cuidándonos y trabajando unidos».
«Gracias a todos por el sacrificio para que esta pandemia no nos gane», remarcó Kicillof, que estuvo acompañado de su ministro de Salud, Daniel Gollan; y del jefe de Gabinete, Carlos Bianco.