La pandemia vino a cambiar la realidad de todos. Pero en un contexto de precariedad y desinformación, la situación puede ser realmente más preocupante. Eso es lo que pensó Roberto García Moritán, marido de Pampita, socio de los prestigiosos restaurants Tanta y La Mar, y presidente y fundador de ASOCIAR; cuando decidió que su ONG se abocaría de lleno a colaborar para que los estragos que deja atrás el coronavirus tuvieran un impacto un poco menos dramático en quienes más sufren.
No solamente se puso en acción desde la creación de una campaña específica mediante la cual se repartieron más de 700 mil litros de lavandina y toneladas de alimentos, se visitaron 46 barrios del conurbano y se informó y concientizó respecto a la importancia de la prevención. También lo hizo yendo personalmente a visitar casas en barrios de emergencia para entregar en mano la ayuda y contribuir con presencialidad a generar un vínculo de confianza con aquellos sectores.
Y así como no concibe la acción sin la presencia, tampoco concibe la ayuda sin un marco que le de sentido más allá de la contingencia. Por eso, además de la importancia de cubrir necesidades básicas, habla sobre la relevancia de trascender una lógica vinculada al asistencialismo para que los sectores populares sean quienes puedan desarrollar formas autónomas de subsistencia.
¿Cuáles son los principales ejes en los que ASOCIAR está trabajando en plena pandemia?
En Asociar promovemos y fomentamos desarrollos socio productivos en barrios vulnerables a partir de tres ejes: integración económica, integración social e integración productiva.
La pandemia hizo que debiéramos redireccionar nuestro foco, por lo que comenzamos con la campaña #yoxvos que consiste en concientizar sobre las complejidades del virus, sanitizar espacios públicos y entregar productos sanitarios entre las familias de menores recursos.
La primer campaña fue el 30 de abril y desde entonces venimos repartiendo más de 700.000 litros de lavandina, miles de jabones y alcoholes en gel, y toneladas de alimentos en 46 barrios de la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires.
¿En que consiste la campaña YOXVOS?
La idea de fondo era transmitir que los esfuerzos sobre higiene personal y de aislamiento estaban directamente vinculados a cuidar a nuestros seres más queridos: “Yo me cuido porque quiero que me cuides”. Una idea apalancada en la conciencia colectiva y en la responsabilidad social.
Esto nos permitió generar vínculos de confianza con referentes positivos en cada uno de los barrios a los que íbamos, terminó siendo nuestra carta de presentación, que después, a partir de las necesidades específicas de cada barrio en los que trabajamos, y con visitas frecuentes como para darle credibilidad a nuestras intenciones; nos abrió las puertas a desarrollos concretos vinculados a la producción social.
Argentina perdió la capacidad de generar riqueza a partir de su trabajo. Los subsidios, en conjunción a las variables macroeconómicas de la coyuntura, como por ser el déficit fiscal, nos invitan a entender que los sectores más carenciados serán los últimos sobre los que se definan políticas públicas necesarias para su desarrollo, aún representando un 50% de la población y un 60% de nuestros niños.
Es por eso que, desde Asociar, trabajamos en herramientas para que las familias, de forma autogestiva, puedan desarrollar una forma de subsistencia complementaria al subsidio con la ilusión de que algún día, los sectores más pobres también puedan contribuir a la economía global e incorporarse al mercado de consumo.
¿Cómo se materializa esa dinámica mediante la cual unen necesidades con oportunidades?
Tiene un fin práctico, bien concreto y uno más romántico. En términos prácticos, todos tenemos algo que nos sobra, que podemos compartir o donar. En términos románticos, queremos generar conciencia y recordar a todos, que con muy poco, le podemos cambiar la vida a una familia que vive a 10 minutos de nuestras casas.
Con esta dinámica hemos logrado muchísimo. Hemos construido una casa, cocinas en comedores, una silla de ruedas a una señora que ya no podía movilizarse por lo rota que tenía la suya, colchones, heladeras, y así mucho más.
Es tan emocionante lo que venimos logrando, que estamos desarrollando una App que establece un canal de donación, con trazabilidad, que nos permitirá llevar este concepto con mayor alcance y escala.
Dirigís una ONG pero sos también el mismo que hace junto a los demás los repartos de mercadería en barrios vulnerables. ¿Cómo surgió en vos la necesidad de poner el cuerpo a disposición de quienes más lo necesitan?
Para mí, no existe otra forma que no sea dando el ejemplo de que todos somos iguales. Soy el primero en descargar el camión y el último en irme siempre. Tiene que ver con la cultura de trabajo de Asociar. Todo el equipo piensa y siente igual. Verlos trabajar emociona.
El rumbo de las decisiones a nivel macro se toman desde el Estado. ¿Cómo crees que desde la sociedad civil se puede contribuir a un cambio en la realidad a largo plazo?
Las asociaciones civiles tienen enormes limitaciones, generalmente proporcionales a su capacidad financiera. Como bien dijiste, las decisiones macro se toman desde el Estado, pero desde lo micro también podemos hacer un montón.