Con el argumento de no acordar con la fusión de fueros y de no haber sido consultada antes de la presentación de la propuesta, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal también se pronunció en contra de la reforma judicial promovida por el gobierno.
De esta manera, otro tribunal federal rechazó la iniciativa, que ya está siendo tratada en el Congreso de la Nación. En este caso, y según la acordada dada a conocer, el desacuerdo consiste principalmente en la fusión de ese fuero con el Contencioso Administrativo Federal.
En este sentido, el texto firmado por cuatro de sus jueces advierte que si la iniciativa prospera, los jueces deberán pronunciarse sobre “materias ajenas a su conocimiento específico y su experiencia, y para las cuales no fueron nombrados”, lo que posiblemente dará lugar a pleitos en los que se ponga en duda su idoneidad.
Asimismo, los camaristas explican que precisamente con el fin de lograr una “rápida y eficiente” respuesta a las demandas de justicia es que 40 años atrás se dividieron los fueros que hoy se quieren reunificar.
La Cámara no está de acuerdo con la fusión de ese fuero con el Contencioso Administrativo Federal.
En un fragmento, el documento plantea: «La fusión propuesta en el proyecto acarreará, además de los cuestionamientos basados en la garantía del juez natural, dificultades concretas en el funcionamiento de los juzgados y salas, cuyo personal deberá atender, repentinamente, materias que les son ajenas con recursos ya de por sí escasos, todo lo cual irá en seguro detrimento de los litigantes. También producirá la duplicación de distintas oficinas administrativas que tienen el mismo objetivo sin propósito que la justifique; y acentuará los problemas de espacio para la ubicación del personal y de los expedientes, que ya existen y motivaron varias presentaciones en el Consejo de la Magistratura».
Recordemos que la Cámara del Crimen se había pronunciado en contra un día antes, aduciendo que la reforma e inconstitucional y remarcando una falta de claridad sobre el destino de los jueces, cuyas competencias pasarían a la Ciudad de Buenos Aires.
El documento difundido está firmado por cuatro de los cinco miembros del tribunal: los jueces Guillermo Antelo, Fernando Uriarte, Alfredo Gusman y Eduardo Gottardi. El quinto camarista, Ricardo Recondo, se excusó de participar por ser miembro del Consejero de la Magistratura, ya que si la reforma fuera aptrobada, tendría que participar de concursos «y otras decisiones» que quedarían en manos de ese organismo.