Tras cuatro años y cinco meses detenido preventivamente, el empresario, quien está siendo juzgado por casos corrupción, empezó a cumplir anoche su arresto domiciliario en un lugar que se mantiene en estricta reserva, al cual fue trasladado desde el penal de Ezeiza.
Los abogados de Báez propusieron el lugar después de que el empresario tuviera que pasar casi dos días nuevamente en la cárcel de Ezeiza porque sus vecinos del country Ayres de Pilar, le impidieron ingresar a ese barrio cerrado del norte del Gran Buenos Aires donde él tiene una casa.
Báez, quien está siendo juzgado por supuesto lavado de dinero e irregularidades en la adjudicación de obra pública, recibió el lunes pasado el beneficio de estar detenido en su casa, que le fue otorgado por el Tribunal Oral Federal 4, al acatar un fallo en ese sentido emitido por la Cámara Federal de Casación Penal. Según lo estipulado, debe usar una tobillera electrónica y presentarse en Tribunales cada 15 días.
El dueño de Austral Construcciones recibió la prisión domiciliaria en una causa en la que está imputado por supuesto lavado de dinero, aunque a la vez está siendo sometido a juicio oral y público acusado de otros presuntos delitos.
La sociedad que administra el Barrio Cerrado Ayres de Pilar había pedido a la Justicia que «evalúe» fijar un «domicilio alternativo» para Báez a fin de «preservar la seguridad de los habitantes» del country.
Pero en una carta que dirigió a los vecinos del barrio la administración afirmó que se mantendrá «a derecho frente a lo que disponga la justicia y no permitirá ningún tipo de excepción». También aseguró que «nunca» fue impedido el ingreso de Báez y de las fuerzas de seguridad y pidió que «cualquier tipo de manifestación pública sea pacífica, respetuosa y sin olvidar las normas de seguridad y aislamiento sanitario».
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