Por: Emilia Zavaleta, creadora de Mulanas *
Una tristeza enorme, un puñado de sentimientos encontrados. La muerte de Diego Armando Maradona es una daga en el corazón argentino. Quien representó esos destellos de felicidad ya no está. Y si bien sus últimos años no fueron precisamente los más felices, sí lo es el legado cultural del cual nos aferramos siempre. En cualquier lugar del mundo ser un compatriota del Diego hacía inflar el pecho. Como si su figura nos engrandeciera. Aún con todas las contradicciones que eso conlleva.
En el inconsciente colectivo de Argentina, Maradona es un número – el 10 – , un color – celeste y blanco -, una pasión – la gloria -, un deporte – el fútbol -, una religión – la mano de Dios. Todos relacionamos esas palabras con el astro de la pelota. Los niños y niñas que nacen enseguida adquieren estas representaciones culturales que ya pasaron a ser costumbre y tradición.
Más de un argentino le prenderá velas cada vez que necesite fuerzas para sobrellevar una situación crítica, o mejor dicho, se pondrá la camiseta del 10 de Maradona para sentirse todopoderoso.
Alusivo a lo popular pasó a ser un Dios del pueblo. Real , humano y frágil. Figura política sin ser político, referente del deportista sin ser un ejemplo.
Maradona es un lenguaje argentino, es “El Diego”, “el pibe de oro”, “el ídolo”. Es quien simboliza a la familia pobre proveniente de una villa en penurias, reflejo de una realidad punzante. Es una forma de comunicarnos entre nosotros y con el mundo. Es un niño jugando a la pelota en cada rincón del país. Es palabras como “gambeta” y frases como “la pelota no se mancha”. Y forma parte también de la literatura, la fotografía, y el arte en general.
Maradona es música popular, es una canción argentina, un deleite a los oídos en las voces de aquellos cantantes que lo inmortalizaron con sus letras y melodías. Desde el Potro Rodrigo hasta la tribuna al son de “marado… marado…” que se expande como la voz del fútbol mundial.
Maradona es historia, es un ícono que muchas veces ponemos en el altar junto a los grandes próceres nacionales. Como si Belgrano al crear la bandera se la hubiera puesto al Diego como camiseta.
Nos sacó la última creencia de que la inmortalidad existe, porque no existe. Aunque será eterno.
Alusivo a lo popular pasó a ser un Dios del pueblo. Real , humano y frágil. Figura política sin ser político, referente del deportista sin ser un ejemplo. Cualquier jugador de fútbol con mucho talento debía y debe pasar por la vara maradoniana. ¿Es tan bueno como el Diego? No, como el Diego no hay ninguno.
Unió culturas y tendió puentes. Representa la bandera de la soberanía nacional, como ocurrió con el gol a los ingleses después de una trágica experiencia en Malvinas. Y mezcló lo latino con lo europeo, desde el estadio azteca hasta el Napoli, dejando videos y grafitis de sus extraordinarios jueguitos con el balón. El mundo entero se refiere a Maradona cuando habla de la cultura Argentina.
Más de una vez nos dejó con un sinsabor en la boca, nos hizo llorar de tristeza y alegría. Instaló esa teoría de que hay que “poner huevos”. Nos demostró que se puede ser un increíble jugador de fútbol y un débil ser humano. Y ahora nos sacó la última creencia de que la inmortalidad existe, porque no existe. Aunque será eterno.
Maradona une más que Evita y el Che en nuestro altar de los iconos culturales. El “D10s” es un icono que representa a la Argentina en el mundo, con sus falencias, con sus virtudes, como un semiDiós al mejor estilo griego, que tuvo un terrible talón de Aquiles.
Maradona une más que Evita y el Che en nuestro altar de los iconos culturales.
Él forma parte de la identidad nacional. Y su partida se siente como si la camiseta de la selección se hubiera desgarrado. Pero el pueblo se la pondrá igual, eternamente. Porque reafirma la teoría de que en Argentina está el gaucho, el mate, el tango, el campo y el Diego. Y esa es nuestra identidad.
* Emilia Zavaleta es Licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de la Universidad del Salvador. Es magíster en Integración Latinoamericana y escribe relatos sobre mujeres de la historia latinoamericana “Mulanas”.
@sermulanas