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Cecilia Roth: los afectos, los proyectos y el éxito, “después del amor”
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Cecilia Roth: los afectos, los proyectos y el éxito, “después del amor”

Por Fernanda Arena

Más allá de los premios, los halagos de la crítica y cuatro décadas de trayectoria aún no le alcanzan. Cecilia Roth se sigue sonrojando cuando se la presenta como una de las actrices más prestigiosas de la Argentina. Es como si le costara hacerse cargo de la proyección internacional que ha tenido su talento. Entre sus películas más destacadas se encuentran “Un lugar en el mundo” y “Martín Hache”, ambas de Adolfo Aristarain, así como su papel protagonista en “Todo sobre mi madre” del español Pedro Almodóvar. Por estos últimos films obtuvo dos premios Goya a la mejor actriz.

Y ahora es el turno del lanzamiento de “Las fiestas”, nueva película de Ignacio Rogers que encabeza junto a Dolores Fonzi, Daniel Hendler y Ezequiel Díaz y que está en cartel desde el 5 de enero. El estreno ocupará parte de la charla, pero también se detendrá a reflexionar sobre el complejo vínculo con su madre, su propio rol como mamá, el camino profesional recorrido, su amistad con Almodóvar, un nuevo proyecto en España y la transformación de un amor inoxidable con Fito Páez.

N: Más allá de los toques de humor negro que “Las fiestas” tiene como comedia costumbrista, no deja de ser una historia con cierto dramatismo que habla del vínculo entre madres e hijos y las diferentes formas que puede tomar esa relación a través de los años. ¿Cómo son las madres?
-Las madres son eternas, estén o no estén. Y los conflictos que uno tiene con ellas también lo son, estén o no estén presentes en el plano de la vida. Los conflictos, las preguntas que uno se hace, resolverlos, todo eso nos acompaña siempre. Y no sé si pueden resolver, hay mucha transferencia puesta en la figura de la madre. Las expectativas de ambas con ambas. En este caso son tres hijos y María Paz, mi personaje, tiene una relación muy diferente con cada uno de ellos. Aunque creo que no se hace cargo de lo que hizo. Han pasado cosas que hicieron que sus hijos se distanciaran de ella pero no se da por aludida. Yo creo que ella vivió su vida como quiso, con todo el derecho que tiene una persona de vivir su vida como quiere.

En la vida real, ¿cómo ha sido el vínculo con su madre, Dina Rot, cantante y pianista?
-Complejo. Mi madre partió hace dos años y medio y creo que con el tiempo voy comprendiendo cosas. Su ausencia hace que vaya entendiéndola cada día un poco más.

Cecilia Roth en «Las Fiestas»

¿Qué cosas reconoce suyas de ella?
-Me reconozco muy distinta en muchas cosas. Tal vez ser diferentes en tantas cosas y a la vez querer parecernos fue una equivocación. Recién ahora comienzo a entender que entre madre e hija distintas se puede tener una buena relación.

¿Cómo es su relación actual con Martin, su hijo?
-Buena, Martin ya es un hombre. Tiene 23 años y se fue a vivir con su novia. Pasamos juntos la pandemia y fue maravilloso, más allá de las cosas malas de la pandemia que aún nos siguen afectando. Fue como volver a conocerlo. Me encantó verlo con su pareja, la manera en que se maneja con ella. Disfrutamos mucho ese tiempo juntos. Y me parece genial que hayan decidido estar solos en una casa. Lo vivo con la naturalidad que tiene que ser.

¿Lo extraña?
-Cuando lo extraño le digo: ‘Te estoy extrañando mucho, venime a ver’. Lógicamente pienso que no tengo que llamarlo, no tengo que molestar. Pero de repente pasan días y ya no me aguanto. Lo estoy viviendo con mucha felicidad. Tiene toda la irreverencia de la juventud que es maravillosa.

A lo largo de sus cuatro décadas de trayectoria ha interpretado innumerables roles. ¿Cuál de todos esos personajes le llegó al corazón aunque no haya sido el más prestigioso o reconocido a nivel popular?
-No podría decirlo de esa manera. No es que tengo un personaje especialmente guardado. A mí la idea de carrera como tal no me va, prefiero decirle vida. La carrera es la vida. Está mezclada y entretejida con tu vida y hacés un personaje de una determinada manera en un momento determinado que harías de otra forma en otro momento de tu vida.

Creo que todos los personajes son uno. Porque son parte de tramos de mi vida y porque todos confluyen en uno. Es difícil de explicar, hay partes de mí en todos ellos. No es que los mezcle, pero los tengo en mi corazón a todos. También he aprendido mucho de los personajes.

Tenía 24 años cuando rodó la primera de sus ocho colaboraciones con el reconocido director, guionista y productor español Pedro Almodóvar. ¿Cuándo fue la última vez que habló con él?
-Esta semana, hablamos frecuentemente. He vivido muchos años en España. España es parte de mi vida. Llego a Madrid y es parte de mi vida. Buenos y Madrid son mis ciudades en el mundo. Están sumadas, no están separadas.

¿Se whatsappean?
-Tenemos un grupo de WhatsApp con unos amigos españoles y argentinos y nos chusmeamos la vida. Es un grupo de actores y directores. Tenemos una muy linda relación de amistad.

Viene de filmar en España una serie revolucionaria, “La Mesía”. En poco tiempo regresa para allá para continuar con el rodaje. ¿Qué nos puede adelantar de ese proyecto?
-Es de Los Javis, son directores maravillosos, hicieron “La Veneno” que es extraordinaria. Me convocaron para esta serie y me encantó que piensen en mi para este proyecto. Soy muy fan del trabajo de ellos. A finales de enero retomo con las grabaciones.

METAMORFOSIS DE UN AMOR PROFUNDO
La seguidilla de shows de Fito Páez a propósito de los treinta años del disco más vendido de la historia del rock nacional (“El amor después del amor”) regaló momentos de ternura infinita, uno de los cuales estuvo protagonizado por Cecilia Roth, musa inspiradora del dulcísimo hit “Un vestido y un amor”, tema que el músico rosarino volvió a dedicarle frente a miles de personas y renovar su amor incondicional a través del tiempo y el espacio.

¿Cómo lo vivió usted?
-Fue muy fuerte. Y también muy gracioso. Fito hacía ensayos del show y no me invitaba. Yo ya me había ofendido. Me dedicó “Un vestido y un amor” en el primer show de la gira. Y contó una historia que es real. Me acerqué a primera fila para que pudiera verme desde arriba del escenario.

La sensación que tuve es que el tiempo es maravilloso, que el tiempo sostiene las cosas. Que cuando las sostiene es porque tiene sentido. Y sentí además que no había nadie, que estábamos Fito y yo solos. No me di cuenta que estábamos rodeados de miles de personas. Al otro día, cuando empezaron a salir las notas en los portales tomé magnitud de lo que había sucedido.

Podríamos titularlo como la metamorfosis de un amor profundo…
-Absolutamente, los amores no siempre son iguales a lo largo del tiempo, van cambiando. Lo que hay que aprender, que para mí fue un largo trabajo, es que el amor continúa de otra forma. Y que hay que profundizar en esa otra forma. Nos enseñaron que si te separás es porque te odiás. Que si te separás tenés que distanciarte. Y la verdad que no es así. Se transforman los vínculos y hay que seguir atravesando la vida con la gente que amás.

¿Cuáles son sus anhelos personales y profesionales que todavía no haya cumplido?
-Me gustan las sorpresas. Dejo que la vida me sorprenda. No tengo ambición de una cosa en particular. Hay muchas cosas que me gustan. Si aparecen y se dan genial, y si no, no pasa nada, es porque así tenía que ser. Son millones de cosas por las que sigo viviendo con ganas.

Fotos: Guillermo Munt

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