El cuadro “L’Empire des lumières” (El imperio de las luces) del maestro surrealista René Magritte fue vendido este miércoles en 59,4 millones de libras (casi 80 millones de dólares). La subasta se llevó a cabo en Londres y significa un récord para una obra del artista surrealista belga.
“Logrando un nuevo récord de subasta para una obra del maestro surrealista René Magritte, el cuadro alcanzó 59,4 millones de libras”, anunció en Twitter Sotheby’s, que organizó la venta.
En 2018, un cuadro de Magritte, “El principio del placer” había sido adjudicado en 26,8 millones de dólares en subasta en Nueva York.
Las obras de la ‘serie’ L’empire des lumières de Magritte se encuentran entre las imágenes más icónicas del arte del siglo XX. Con su combinación luminosa de un cielo azul brillante contra una calle nocturna oscura como la tinta, combinan un impacto visual inmenso con un enfoque profundamente conceptual, describe Sotheby’s.
“Junto a La Trahison des images (Ceci n’est pas une pipe) de Magritte y sus hombres con bombín, son sus imágenes más importantes con una influencia que se extiende mucho más allá de los círculos surrealistas.
“En ellos, Magritte logra su exploración más compleja y sofisticada de la representación y la realidad. A medida que la composición evolucionó durante la década de 1950 y principios de la de 1960, inspiraría y crearía desarrollos paralelos en el arte conceptual y pop”.
Además, señala la casa de subastas, se ha convertido en una imagen arquetípica de la cultura visual del siglo XX.
“Pintado en 1961, el trabajo se encuentra entre las iteraciones más grandes y refinadas del tema. Magritte lo hizo para su mecenas y amiga Anne-Marie Gillion Crowet. Ha estado en su colección desde entonces”.
“L’Empire des lumières” estaba estimado por Sotheby’s en más de 60 millones de dólares. El maestro Magritte comentó: “Siempre he sentido el mayor interés por la noche y el día, sin tener preferencia por uno u otro. Este gran interés personal por la noche y el día es un sentimiento de admiración y asombro”.
Los orígenes de esta imagen comienzan con un gouache de 1938-39 en el que se superponen siluetas de edificios con un cielo nocturno estrellado y una luna creciente. Sin embargo, no fue hasta 1948 que Magritte comenzó a explorar el tema más a fondo.
El pintor desarrolló y refinó la idea durante la década siguiente para producir un grupo de diecisiete óleos que constituyen su único intento real de crear una “serie” dentro de su pintura.
Desde el principio, Magritte tenía grandes expectativas puestas en estas obras. Cuando el poeta Paul Colinet se esforzó por dar una explicación a las imágenes, Magritte se quejó: “su intento de explicarlo (sólo en sus primeras etapas) es deprimente. Parece que soy un gran místico, proporcionando consuelo (debido al cielo luminoso) para nuestras miserias (el paisaje de casas y árboles negros)”.
Este cuadro de 114,5 por 146 cm fue expuesto en el mundo entero y fue prestado al Museo Magritte en Bruselas de 2009 a 2020.
Publicado en cooperación con Newsweek en español