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El guionista de «Argentina, 1985»: «Había una sensación fantasmagórica, como si estuviese ocurriendo de nuevo»
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El guionista de «Argentina, 1985»: «Había una sensación fantasmagórica, como si estuviese ocurriendo de nuevo»

Mariano Llinás, guionista de «Argentina 1985», nominada a los Premios «Oscar» como «mejor película extranjera», charló esta mañana con Ari Paluch en Radio Rivadavia y sostuvo que a la hora de construir el guión de un film «es tan importante lo que se pone como lo que se deja de poner«. En ese sentido, precisó que «la primera decisión que se tiene que tomar en una situación así es el punto de vista«, es decir, «a partir de quién contás«.

En esa línea indicó que «todas las polémicas que hubo con respecto a la película tienen que ver básicamente con el punto de vista» y explicó que «nosotros con (Santiago) Mitre decidimos contarla desde lo oficial«. En ese punto, aclaró que «tampoco fue una idea tan original, porque en general las películas de juicio y esta era sobre un juicio, se cuentan o sobre el abogado defensor o el oficial».

Por lo tanto, manifestó que «el hecho de contar desde ahí y no por ejemplo, desde los jueces o desde alguien del Gobierno» tuvo que ver «con contar la preparación de un juicio» e indicó que «era una idea bastante lógica que buscaba contar que ellos tenían que preparar un juicio para el cual nadie creía que estuvieran preparados».

Al ser consultado acerca de si hubo agregados de ficción en la cinta, si bien afirmó que «la ficción está porque yo no tengo idea de las palabras que se dijeron entre quienes prepararon el juicio» hizo hincapié en que «la inmensa mayoría de las cosas que aparecen en el guión fueron cosas que a nosotros nos contaron«. «Por ejemplo, la tan mentada actuación de (Raúl) Alfonsín que aparece en un momento determinado fue el momento que nos contaron, de cuándo Strassera conoce a Alfonsín por primera vez«, agregó.

Sobre las repercusiones del film, marcó que «sucedió algo raro, la película fue muy celebrada por un sector político, por el kirchnerismo» y admitió que «eso cayó mal en el sector no kirchnerista». «Hubo muchas críticas que decían que la película era kirchnerista», agregó.

Por otra parte, contó que «hubo escenas como el alegato de Darín» que se filmó en el mismo lugar donde ocurrió, por lo que «había una sensación fantasmagórica, extremadamente tensa, como si estuviese pasando de nuevo«. En cuanto a la reconstrucción del alegato, explicó que «duró dos días y a diferencia de otros momentos, estaba la memoria colectiva»

 

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