El icónico tapiz del Guernica de Picasso, un símbolo del horror de la guerra, regresó a la ONU, un año después de ser retirado por su propietario, un miembro de la familia Rockefeller. También se anunció que el tapiz saldrá de la sede del órgano internacional y será expuesto en todo el mundo.
Se trata de una reproducción del cuadro del pintor español Pablo Picasso, expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid, hecha bajo la supervisión del artista en el taller de J. de la Baume-Dürrbach en el sur de Francia.
La obra llevaba colgada en la entrada del Consejo de Seguridad desde 1985. En febrero de 2021 fue retirada después de que la familia Rockefeller “notificara a la ONU de su intención de recuperarlo”, informó entonces el portavoz del Secretario General.
En una carta enviada el 15 de diciembre de 2021, el Secretario General dijo que la devolución del tapiz “es una noticia muy bienvenida tras un año de adversidad global y conflicto”.
“Estoy agradecido de que el tapiz pueda seguir llegando a un mayor segmento de la población mundial y magnificar así su habilidad de afectar vidas y educar”, dijo el dueño de la pieza, Nelson A. Rockefeller Jr.
El tapiz no estará permanentemente en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York. Rockefeller tiene la intención de donar la obra al National Trust for Historic Preservation (Fideicomiso Nacional para la Preservación Histórica).
“Estamos deseando que haya un nuevo capítulo para el tapiz del Guernica. Su préstamo a largo plazo a la ONU, pero también la posibilidad de mostrar esta poderosa obra de arte a una población amplia y diversa.“Lo haremos al igual que el propio Picasso decidió cuando envió la obra original del Guernica a una gira internacional en 1937”, dijo Paul Edmondson, presidente del National Trust.
La ONU indicó: “existe un amplio consenso en que el impactante mensaje de esta importante obra de arte va más allá de cualquier entidad, institución o público. La muestra de la obra de Picasso desafió a un amplio público al enfrentarse a los poderosos símbolos de una manera visceral gracias a una gira internacional”.
Pablo Picasso pintó el lienzo Guernica para formar parte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de 1937.
“Tanto los bocetos como el cuadro no contienen ninguna alusión a sucesos concretos. Por el contrario, constituyen un alegato genérico contra la barbarie y el terror de la guerra.
“El gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil española. Así también la premonición de lo que iba a suceder en la Segunda Guerra Mundial”, explica el Museo Reina Sofía.
El tapiz fue colgado de nuevo donde habitualmente los embajadores del Consejo de Seguridad y el Secretario General responden a las preguntas de la prensa. La ONU nunca colocó otra obra en la pared del Guernica, que permaneció desnuda hasta este sábado.
Publicado en cooperación con Newsweek México