Se llama Anthony Mmesoma Madu, tiene 11 años y es de Lagos, Nigeria. Y gracias a las redes sociales, podrá cumplir su sueño: convertirse en bailarín profesional.
Un video de él bailando descalzo bajo la lluvia sobre la calle afuera del estudio donde entrena, la Academia Leap of Dance, se hizo viral el mes pasado. En él aparece Anthony bailando descalzo en el barro y bajo la lluvia, con una ligereza y gran dominio de cada gesto. Más de 15 millones de personas han visto sus alegres saltos y piruetas, sin inmutarse por la lluvia y la áspera superficie.
Como Anthony es nigeriano y de clase humilde, estudia en una pequeña escuela de danza para jóvenes talentos sin recursos y no puede costearse estudios profesionales. Sus padres querían que fuera cura, pero él cautivó a millones con su ballet. «Cuando estoy bailando, siento que estoy en la cima del mundo», dijo el joven bailarín a Reuters.
El video llamó la atención del American Ballet Theatre, que le otorgó una beca y le dio acceso a internet para que pudiera capacitarse virtualmente durante el verano boreal. El año que viene, entrenará en Estados Unidos con una beca del Ballet Beyond Borders.
Además, entre los millones que vieron el video y quedaron fascinados con Anthony, estaba también Fadé Ogunro, una ex bailarina nigeriana, ahora exitosa empresaria que busca jóvenes promesas africanas de baile para ayudarlas a emerger. Ogunro se ha comprometido a pagar de su bolsillo toda la educación de Anthony en cualquier parte del mundo, hasta que se gradúe.
El video viral provocó una avalancha de donaciones a la academia y a Anthony, para que pueda estudiar danza profesionalmente.
«Cuando mis amigos me ven bailar, sienten como ‘¿qué está haciendo este chico, está bailando una danza extranjera?'», dijo Anthony Mmesoma Madu. «Ahora he ganado un gran premio para ir a Estados Unidos. Estaré en el avión y lo estoy esperando, y el ballet lo ha hecho por mí«, agregó.
El video también puso bajo el foco a la academia de ballet en los humildes suburbios de Lagos, Nigeria: la Academia Leap of Dance. Fundada en 2017, se dedica a transformar la vida de sus estudiantes brindándoles un lugar para bailar y soñar. El video viral provocó una avalancha de donaciones a la academia, que enseña a sus estudiantes de forma gratuita. El fundador Daniel Ajala Owoseni dijo que usará el dinero, y la fama, para promocionar el ballet en Nigeria, un país donde aún no se practica masivamente. «Vi la necesidad de traer una forma de arte que muestre disciplina, dedicación y compromiso», dijo. «Los estudiantes que aprenden todo eso pueden (…) transferirlo a otras esferas de sus vidas», concluyó.