Los niños de cuatro años en adelante en Escocia ahora tienen la posibilidad de cambiar sus nombres y géneros en la escuela sin requerir del consentimiento de sus padres.
Según reportó The Telegraph, un documento de 70 páginas, publicado este jueves, declara que, de acuerdo con las nuevas directrices de inclusión LGBTQ+ creadas por el gobierno escocés, los profesores ahora son instados a no cuestionar a sus estudiantes si muestran un deseo de cambiar su género.
Más bien, a los profesores se les insta a preguntarles a los niños sus nombres y pronombres nuevos.
Junto con estas directrices, se les ha dicho a las escuelas que los estudiantes transgéneros deben usar el baño o vestidor que prefieran. A la vez, se está desarrollando la creación de uniformes con un género más neutro y la inclusión de personajes transgéneros en las lecciones y materiales de lectura.
John Swinney, el vice primer ministro, declaró en julio que Escocia ya es considerada una de las naciones más progresistas de Europa.
“Tengo el placer de anunciar que seremos el primer país del mundo con una educación LGBTI incluyente como parte del plan de estudios”, dijo hace un mes. Las directrices declaran que no hay un requisito de edad para “salir del clóset”, y las opiniones y solicitudes de los jóvenes deben respetarse, incluso si los estudiantes no quieren que sus padres sean informados.
“Una persona transgénero joven tal vez no le haya dicho a su familia su identidad de género”, reza el documento oficial. “La revelación involuntaria podría provocar un estrés innecesario en el joven o ponerle en riesgo e infringir los requisitos legales.
Por lo tanto, es mejor no compartir la información con los padres o cuidadores sin considerar o respetar las opiniones y derechos del joven”. Los grupos defensores han compartido su apoyo a la directriz más reciente, diciendo que las nuevas políticas ayudarán a los estudiantes a “crecer bien”. Sin embargo, otros ven los cambios como una “ideología peligrosa” que las escuelas les imponen a los estudiantes.
“Esto es en verdad muy preocupante”, comentó Marion Calder, codirectora del grupo activista Por las Mujeres Escocia. “En resumidas cuentas, esta es una ideología peligrosa que está imponiendo el gobierno escocés. “Antes se entendía comúnmente que a los niños se les debía dejar jugar y experimentar con los roles de género, con la ropa, sus gustos y disgustos”, continuó.
“A esos niños ahora se los anima a tomar una senda médica, potencialmente para el resto de sus vidas”. Pero Shirley-Anne Somerville, secretaria de Educación de Escocia, afirmó que el documento no trata de “promover” el cambio de género, sino únicamente darle al estudiante el espacio y la seguridad adecuadas para que lo hagan si así lo eligen.
“Sabemos que las personas transgéneros jóvenes pueden enfrentar muchos problemas en la escuela y que los profesores y el personal deben tener la confianza y la habilidad para apoyar su salud mental, física y emocional”, dijo, según The Telegraph. “Esta directriz resume cómo las escuelas pueden apoyar a las personas transgéneros jóvenes a la vez que se asegura de que los derechos de todos los pupilos se respeten por completo. Les da a las escuelas sugerencias prácticas”.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in collaboration with Newsweek