Por Luciana Plotinsky
Fotos: Samuel Ganem
La exposición política es una opción. Hay artistas que eligen dar a conocer su pensamiento, su forma de vivir y su visión de la sociedad. Algunos militan sus ideas y manifiestan su adhesión a partidos políticos. Otros prefieren el resguardo de lo seguro. Los primeros pagan un costo: a veces simbólico, a veces incómodamente real. Dentro de ese grupo se encuentra -sin lugar a duda- Florencia Peña.
Actriz, capocómica y conductora, pero sobre todo laburante. Peña trajina sets y teatros desde hace más de 40 años. Y es una máquina de protagonizar éxitos: para algún desprevenido (o algún marciano) solo mencionaremos su Moni Argento de “Casados con Hijos” (solo el año pasado logró 200 mil espectadores teatrales), o Fran Finkel (versión vernácula de “La niñera”), jurado en “Got talent” o cabeza en “Flor de equipo”.
Acaba de regresar de México, donde fue convocada para grabar un reality show para Latinoamérica del que no puede brindar demasiado detalle: “El proyecto no puedo contarlo mucho porque me hicieron firmar un contrato de confidencialidad muy fuerte. Lo único que puedo decir es que es un reality que se va a ver para mediados del año que viene. Hicimos la versión para Amazon. Eso es todo lo que puedo contarte”. Lo que ella no cuenta es que se trata de “La isla de las tentaciones”, un nombre y un formato que promete dar que hablar. Actuación, risa, sensualidad y conducción. Y -ahora- baile, coreografía y canto.
En esta temporada de verano se le anima nada menos que a “Mamma Mia», la obra inspirada en la historia del grupo ABBA. Pero mejor que lo defina ella: “Es un mega musical que es éxito en todo el mundo. Es la primera vez que se estrena una obra de estas características con orquesta en vivo y más de 20 artistas en escena. Y más en una ciudad que no es Buenos Aires. Siempre me parece interesante jugársela y tomar riesgos y hacer cosas distintas, porque para hacer lo mismo de siempre me quedo en casa”. Y para tirarse a la pileta puso la vara bien alta: es la protagonista y encarna el mismo papel que actuó Meryl Streep en la versión hollywoodense.
Una obra de teatro atravesada por el pop de una de las bandas más significativas de la historia. Y el significado para cada uno de los artistas y del público. El vínculo con la música es tan personal como intransferible, y conecta con los lugares más insondables del alma. “ABBA es obviamente uno de mis grupos favoritos, sobre todo porque atravesó mucha de mi adolescencia. Tengo anclaje con muchas de sus canciones. Cada vez que empiezan a sonar el teatro es una fiesta”, desliza.
“Mamma Mia” hará temporada en Villa Carlos Paz. Y ésa también es una elección. “Siempre hay muchos espectáculos tanto en Carlos Paz o en Mar del Plata, y nunca es un problema. Hay para todos los gustos; hay variedad para todos y todas. Lo que sí creo es que este es “el espectáculo” de este año. Por lo menos en Carlos Paz: por la apuesta, por la inversión, por la cantidad de artistas, porque tiene una infraestructura armada que lo convierte en un megashow y además porque está en el Luxor, que es uno de los teatros más lindos”.
Pero este enero no es una temporada más: la asunción del nuevo presidente, Javier Milei, y las políticas implementadas por el nuevo gobierno mermaron la capacidad de gasto de los veraneantes. En definitiva, la posibilidad de pagar una entrada para ver un espectáculo teatral.
Y, sujeto político al fin, Florencia Peña tiene su mirada sobre este presente: “Con respecto a lo económico obviamente estamos atravesando un momento muy duro, con un ajuste muy complicado para el bolsillo de la gente. Veremos cómo le ponemos el hombro y el cuerpo a la situación porque nosotros también somos laburantes. Yo trabajo: mi trabajo es entretener y, en momentos de crisis o en tiempos duros para el pueblo, siempre entretener es importante. Ojalá tengamos promociones para que la gente pueda venir y que nadie se quede afuera porque no tiene con qué pagar la entrada”.
LAS IDEAS NO SE MATAN
Dicho está, Florencia Peña no le escapa al debate de ideas. Tiene solvencia para explicar lo que piensa y capacidad de transmitirlo. En una sociedad crispada desde lo político y atravesada por la denominada “grieta”, adherir en forma explícita a un candidato no siempre arroja resultado favorable, más allá de que aquellos que lo hacen no suelen especular con el resultado de una elección.
N: -¿Siente que jugársela tanto afectó a su carrera?
-Mi exposición política la reivindico y la voy a reivindicar siempre. Creo que un artista debe poder manifestarse. No importa cuál sea su ideología. Lo importante es ser honesto con eso. No creo en los tibios. En la vida no creo en los tibios, no solo en la política. No creo en la tibieza como forma de vida.
¿Qué opina de este nuevo gobierno?
– Creo en la democracia, y en la democracia suceden cosas que a uno le gustan y cosas que a uno no le gustan, pero las mayorías deciden. Siempre. Lo único que tengo para decir -aunque es muy pronto para dar una opinión acabada del asunto- es que los derechos no se tocan. Los derechos adquiridos después de muchas luchas para ganarlos son para entender que hay minorías que deben ser escuchadas. De la intención de recortarlos voy a estar siempre en contra… ¡y del negacionismo ni hablar! Creo que debería estar penado por la ley. Tenemos que discutir cosas que ya no hay ni siquiera que discutir. Está claro cuál es nuestra historia: acá no hubo una guerra, hubo terrorismo de Estado y tenemos que poder entender que eso es así y no tocar temas que ni deberíamos volver a conversar. Todavía hay heridas abiertas y cosas que sanar, así que siempre voy a estar en desacuerdo con eso.
¿Qué espera para el país?
– No sé qué va a pasar con Argentina. Seguro que para mí el ajuste no es el camino, pero hay que esperar.
¿Cómo convive con las críticas a su forma de pensar? A veces parecen ensañarse con los artistas populares.
-Fui muy hostigada por mi ideología. Sigo siendo hostigada, entonces casi no hablo, porque no es lo que digo si no lo que hacen con lo que digo. No quiero ser fusible de nada porque no le manejo la vida a la gente, no tomo decisiones. Me parece que hay que correrse un poco y dejar que la realidad hable por sí sola. El 60 por ciento votó algo que creyó conveniente y yo voy a estar expectante para ver qué es lo que sucede.
FAN DE LA ARGENTINA
A falta de una, Florencia Peña se casó dos veces con Ramiro Ponce de León, un abogado salteño al que define como “cable a tierra”. La primera vez dieron el sí en Cafayate; la segunda en Buenos Aires. Y tiene un porqué bastante claro: “Nos amamos y somos muy agradecidos de la vida que tenemos. Somos una familia muy fiestera y nos encantó hacer dos fiestas, una en Salta (de donde es mi marido y donde tiene muchos amigos) y otra en Buenos Aires (donde está mi gente). Fueron dos fiestas mega hermosas.
¿Ahora le tenemos que decir señora?
-Me encanta ser señora. Soy una señora que va a cumplir 50 años. Ser señora significa haber vivido, es tener una experiencia de vida que me encanta y que me hace ser quien soy hoy y que me tiene muy orgullosa.
¿Tiene pensado radicarse en Salta?
-Tenemos una casa en Salta. Cada vez que podemos y tenemos huecos nos vamos allá a tratar de bajar un poco los decibeles de la ciudad.
¿Barajó la posibilidad de irse del país?
-No, no me gustaría irme a ningún otro país. Amo a la Argentina y soy fan de la Argentina.
Luisana Lopilato: el éxito, la familia, la argentinidad y la distancia