Jan Broberg es la cara de la esperanza y sanación. La actriz de Hollywood, que ha participado en decenas de series y películas, es la protagonista de una dura historia: cuando era una niña, fue secuestrada en dos ocasiones y abusada por Robert “B” Berchtold, a quien consideraba como “un amigo de la familia”.
Su voluntad y fortaleza hizo que pueda llevar su historia a la pantalla chica en “A Friend of the Family”, una miniserie que se estrenará el próximo 14 de agosto en Universal+ de la cual es parte no solo como productora, sino también como actriz.
“Fue una experiencia maravillosa para mí porque todo el equipo, desde los productores, NBCUniversal, hasta cada una de las personas de la producción, y cada persona que estaba en el set, ya sea quienes estaban detrás de cámara o delante, todos se preocuparon por contar esta historia con veracidad, con realismo, para que la gente pudiera saber realmente cómo un depredador es un maestro de la manipulación, cómo puede infiltrarse en una familia, en una comunidad, en una congregación”, contó Broberg, hoy de 62 años, en una entrevista exclusiva con Newsweek Argentina.
Nacida en Pocatello, Idaho, creció en el seno de una familia mormona conformada por sus padres, Robert Broberg y Mary Ann Broberg, y sus dos hermanas menores.
Jan llevaba una vida tranquila, pero en 1974 todo cambió cuando Berchtold, un vecino que se había ganado la confianza plena de todos en su familia, la mantuvo secuestrada durante cinco semanas y abusó de ella. Sin embargo, la estrecha relación hizo que también mantenga una relación de abuso con sus padres, lo que hizo que todo sea mucho más complejo, haciendo que sus padres se negaran a presentar una denuncia contra el secuestrador.
“La gente lo amaba, confiaba en él y ese es el problema, porque él sabía cómo construir confianza, cómo mostrar amor, todo para poder obtener lo que quería, que era secuestrarme y violarme por años y lavarme el cerebro… Pero fue muy lento, porque él ya tenía otra víctima a quien estaba abusando. Yo supe que hubo dos antes que yo y cinco, después. Y seguramente haya habido más. Yo las conozco, yo conozco sus historias hasta cierto grado”, señaló.
Los actores que representan a la familia Broberg (Photo by: Peacock)
“Nosotros no éramos extraordinarios, éramos mamá, papá, tres pequeñas niñas, viviendo la vida, y él de algún modo supo que nosotros confiábamos y supo cómo manipularnos. Y lo hizo”, enfatizó Broberg.
Tras haber regresado a su casa, Berchtold se declaró culpable de secuestro y fue condenado a 6 años. Pero finalmente la Justicia decide rebajar la pena a 45 días, e incluso liberarlo antes por buena conducta. Fue así como decidió volver en busca de Jan, y en 1976, con 14 años, volvió a secuestrarla.
“Es muy importante dar a conocer esta historia y contar la verdad, toda la verdad, cómo manipuló a mi madre, a mi padre, a toda nuestra congregación, a los vecinos. Todos lo amaban. Es muy importante hablar de eso porque es muy común, en realidad. Aunque mi historia sea increíble, también es una historia muy común. Es alguien que ya conoces, amas y en quien confías. Y eso te hace vulnerable”, remarcó.
Broberg resaltó que en “A Friend of the Family” busca dar a conocer no solo la verdadera historia de lo que ocurrió con ella y su familia. También quiere que sirva para poner el foco en cómo los psicópatas logran ganarse la confianza de la gente para cometer sus crímenes, y en la importancia de escuchar a las víctimas para evitar que estos hechos sigan ocurriendo.
“El punto de contar mi historia es que la gente vea lo que no ve, que pueda quizá hacerse preguntas sobre las personas cercanas. ‘¿Por qué quiere llevarse a este niño todo el tiempo, o a este nieto?’. Siempre es la persona favorita. La persona favorita en la Iglesia, la persona favorita del colegio, el tío favorito, la tía favorita, el abuelo favorito, la abuela favorita, o el padre o la madre. Esas son las personas que abusan de los niños. Quería que la gente lo vea y para que se pueda frenar, para que puedan creer en las personas que lo cuentan”.
Y sumó: “Cuando se trata de alguien que conoces y en quien confías, eres ingenuo. No sabes que pueden ser ellos. No lo imaginas. Es por eso que a las víctimas generalmente no se les cree y esa es una burla porque ese es el principal factor que indica que van a ser revictimizadas, que van a ser otra vez abusadas sexualmente. Porque no se las escucha, no se les cree, y les puede volver a suceder con otra persona, les traza una vida de abuso, de abuso reiterado de diferentes formas”.
En la serie, Broberg es interpretada por las jóvenes actrices Mckenna Grace y Hendrix Yancey, quienes la interpretan en dos épocas distintas. Pero además, ella actúa en un papel que fue crucial para su vida: el de su propia psicóloga.
(Photo by: Fernando Decillis/Peacock)
“Fue muy difícil recordar mi pasado. Cuando estaba viendo con mis amigos y mi familia el tercer episodio, porque el primero ya lo había visto varias veces al promocionar la serie, me enojé mucho. Pensé en cómo una persona adulta puede hacer una cosa tan terrible a una niña, porque yo no alcancé la pubertad hasta que tuve 17 años, así que en esos años era muy pequeña, una nena muy chiquita, inocente. No era estúpida, sacaba las mejores notas, mis padres tampoco lo eran, tenían negocios, trabajaban en la comunidad, eran personas maravillosas, pero supongo que éramos ingenuos en los ’70, pero hay gente ingenua en la actualidad”, relató.
En ese sentido, destacó el casting para elegir a los actores y actrices que interpretan a su familia. Y a la vez, puntualizó en que se buscó proteger a los pequeños que formaban parte del set, especialmente quienes la interpretan a ella, ya que debieron representar las fuertes escenas que ella vivió en vida.
Al respecto, mencionó que la serie “está tan bien hecha, porque nada te va a hacer sentir súper incómodo, no hay nada gráfico. No ves nada gráfico, sabes que está sucediendo un abuso, pero hicieron un gran trabajo en esos aspectos”.
Por último, Jan dejó un fuerte mensaje: “Tenía muchas ganas de hacerlo, quería que mi rostro representara la esperanza y la sanación. Cuando sanas, previenes que le suceda lo que a ti te sucedió a la próxima generación. Sal, cuenta tu historia, no la mantengas en secreto porque hay esperanza y sanación. Alguien va a creerte, yo lo haré. Si no encuentras a nadie a quien contar tu historia, escríbeme”.
