Con un vestido blanco, zapatos marrón clarito, el pelo recogido con unas mechas que caen sobre su rostro, Isha Escribano recibe a Newsweek con una sonrisa para conversar sobre su historia con el objetivo de ayudar a las personas que estén en una situación difícil, de duda, de miedo, intentando animarse a una de las cosas que al ser humano más temor le da: ser quién realmente es, ser quien quiere ser.
Isha Escribano es la primera mujer trans que obtuvo el dni por parte del Estado y detrás de ese logro hay una historia de lucha, de superación, de valentía, de coraje, la cual relata en su libro: «Solo es vida si es verdad, cómo transformar el miedo en amor y al amor en acción».
SOBREVIVIR ANTE LA ADVERSIDAD
Al preguntarle cómo hizo para sobrevivir a las distintas situaciones duras que le fue presentando la vida, ella precisa que «cada etapa me fue proveyendo de diferentes cosas: alguien que me quiere, alguien que me escucha, alguien que me da afecto» y remarca que «no todo en la vida es blanco o negro hay un montón de grises y matices». «Si bien hubo aspectos de mi vida duros, complejos hubo otros que fueron muy buenos y un montón en el intermedio», agrega.
«Una de las primeras enseñanzas que recogí fue que Dios o quién fuese nunca nos suelta la mano«, asegura y detalla: «Un día habrá sido un terapeuta o una terapeuta o una persona que te hace sentir que sos la persona favorita o alguna actividad que te divierte: la guitarra, la música, cantar. Estar en contacto con la naturaleza». «Después ese camino se profundizó exponencialmente en el yoga, las técnicas de respiración, la meditación, los viajes a la India. Terminar actividades: cuando me recibí de médica», añade y sintetiza: «Cada momento me fue ayudando de diferentes maneras y aquí estoy». Además de médica, Isha también ejerció el periodismo durante varios años.
CONFIAR EN UNO MISMO
Isha recalca que «la vida tiene un aspecto muy importante de confiar», pero cómo hacer para creer en uno mismo cuando el mundo es adverso y difícil. «Te la voy a dar vuelta a la pregunta», me responde y afirma que «la no confianza tiene que ver en algún punto con la duda». En ese sentido, indica que «todo lo que me estás preguntando parte de una sociedad o una cultura que no hemos tenido acceso al conocimiento de cómo funciona nuestra mente, cómo funciona nuestra energía, qué somos, quiénes somos».
A su vez, considera que «una de las fallas del sistema educativo, desde la infancia (colegio primario) es que se nos enseña a no fracasar, a no equivocarnos. Y justamente en esos errores, fracasos o tropiezos (entre comillas) es donde vamos conociéndonos, sabiendo qué queremos, por acá sí, por acá no». «Entonces equivocarse es parte del conocimiento«, asevera. Sobre cómo hizo para adquirir confianza en si misma, explica que «todas las técnicas que me ayudaron a subir mi nivel de energía me ayudaron considerablemente» y subraya: «Después en la vida, entre golpes, tropiezos, aciertos, por acá sí, por acá no, eso también te va dando una confianza personal».
«LA SALIDA ES HACIA ADENTRO»
«No hay persona que en el fondo no esté buscando paz», asegura y señala que «la gente en fin de año te desea paz, amor, tranquilidad, felicidad, alegría y ahí convergen todos los deseos del ser humano de la época o la geografía que sea». Pero, «dónde está eso, dónde lo vamos a encontrar». «Ahí está una de las grandes distracciones o equivocaciones», afirma porque «la humanidad busca todo eso dónde no está».
«Por eso digo la salida es hacia adentro, debido a que, la paz, el amor, la alegría, saber disfrutar sin conflictos está acá adentro, la fuente de todo eso está acá (y se toca el corazón)», asegura al tiempo que hace hincapié en que «caímos obnubiladas como especie en todo eso que está ahí afuera y nos olvidamos que la fuente de todo eso está acá, (adentro nuestro). No obstante, aclara: «El mundo está para que lo disfrutemos, no estoy diciendo que una cosa se contrapone con la otra».
«LA PREGUNTA QUE MÁS SUEÑOS ESTROPEÓ»
«Es interesante que plantees ‘la salida es hacia adentro’ porque en general necesitamos de la opinión del otro, nos validamos a través de lo que dicen los demás» e Isha contesta con una contudente frase: «El qué van a pensar de mí es la pregunta que más sueños estropeo» y lanza: «Te voy a decir algo quién tiene tiempo de pensar en vos». En ese punto recalca que «si bien somos seres sociales, el grado de madurez de una persona te lo da una sonrisa que permanece como tal más allá de las diatribas, de las críticas, más allá de los te quiero o no te quiero, de los likes o los followers (seguidores) en las redes sociales, más allá de todo eso» y marca: «Si ponemos nuestra seguridad personal en lo que piensan las personas, tu felicidad o paz mental es como una pelota de trapo que va de un lado a otro».
Ante este escenario, ella enfatiza que «nuestra mente es como un mono saltando de rama en rama en un bosque» por lo que afirma que «una de las principales causas del sufrimiento es esta radio que no para: está todo el día hablando y la mayor parte del día habla cosas feas de uno o de las demás personas». Para ponerle fin a ‘esa radio’, Isha recomienda llevar a cabo ciertas rutinas porque generan en la mente «una sensación de comfort o bienestar» y puede ser, «comer en un determinado horario, irse a dormir a cierta hora». «Yo por ejemplo, todas las mañanas cuando me levanto, medito», señala.
«TODAS LAS PERSONAS TENEMOS PARA DAR ALGO»
«Cada persona fue dotada con algún regalo», asevera y recalca que «a veces nos comparamos con otras personas, ni que hablar en época de redes sociales, pero una de las grandes reglas del camino evolutivo: no compararse«. «Esto lo puedo garantizar y acá utilizo mi apellido Escribano para dar fe de que cada persona en este mundo tiene una canción para cantar, en un jardín todas las flores son válidas«, asegura y cuenta que «mi propuesta con este libro es que nadie se guarde esos dulces que le han sido regalados» porque «lo que nos han regalado no es para vanagloriarnos es para convidar».
«EL AMOR ES DESAPEGO»
«Un ejemplo que se me ocurre de ‘el amor es desapego’ es: suponete que te encanta alguien a un grado extremo, todo el tiempo estás deseando estar con esa persona y sufrís. Pensás cuando esté con esa persona, voy a estar feliz», explica y agrega que «un día estás con esa persona, pero seguís sufriendo porque tenés miedo a perderla. En ese acto de aferrarte, ‘yo quiero, quiero, quiero’, sufrís. «Un día cortás con esa persona o se muere y ahora sufrís porque esa persona no está más», señala y afirma que «todo el proceso sufriste».
«Ahora si vos partís desde este lugar y (abre sus manos con las palmas hacia arriba) es muy distinto», sostiene y resalta que «a esa otra persona le es mucho más liviano y llevadero ese vínculo, yo vengo a compartir con vos, mi alegría, mi paz, mi felicidad, no sos la causa de más allá de que sea hermoso estar con alguien».
PATEAR EL TABLERO
Para terminar o para empezar quizás, Isha explica que «cuando me preguntan sobre mi historia, porqué soy mujer, porqué soy trans, si bien eso es importante, para mí el mensaje más lindo es contar cómo hice para ser quién soy, el conocimiento que aprendí, que me ayudó», ya que, «es cuando mi historia se hace universal porque no hay persona que no esté queriendo ser quien es, como se dice, ‘patear el tablero'».