Lali Esposito brilla a cada lugar que va, tanto dentro del país como afuera. Premios, estadios llenos, canciones que alcanzan innumerables reproducciones cada vez que salen, discos que logran récord de ventas. Y es así como siguiendo con esa racha, la artista argentina obtuvo ayer una nueva distinción.
Pero esta vez, se trató de una mención diferente, ligada a la cultura y otorgada por el gobierno porteño. Sin embargo, Lali se mostró como siempre, fiel a su estilo, es decir, pícara, divertida, clara y directa.
La cantante y actriz fue distinguida como Personalidad Destacada de la Cultura Porteña de la ciudad de Buenos Aires y la mención tuvo lugar luego que se convirtiera en la primera mujer en agotar las entradas para su show «Disciplina Tour» en el estadio Vélez Sarsfield.
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En el marco de la Legisltura de CABA, Lali brindó un discurso con el foco puesto en que todos los chicos y jóvenes puedan lograr aquello que desean. Es por eso, que pidió: «alentar a niñas, niños y niñes de la Ciudad y de toda la Argentina a que trabajen por sus sueños y que nadie les diga que no pueden porque la pasión está adentro».
Por lo tanto, puso el foco en «seguir impulsando a los más jóvenes a hacer música, que en este país nos sale bastante bien» y aseguró que «no hay talento que valga si no tenés gente amorosa y generosa al lado que te pueda colocar ahí para cumplir tus sueños».
Sobre el premio en si, la artista manifestó: «Gracias a todas las diputadas y diputados por esto, que era impensado para mí para serles sincera» y sostuvo: «Uno puede pensar en lo que es el éxito para uno y tener pequeños objetivos, pero nunca pude imaginar representar a la gente que yo admiro de hecho, que son las mujeres que me rodean, los hombres con los que trabajo, la diversidad de gente con la que comparto mi música y las personas que me rodean». «Porque el arte se hace con personas y yo creo que se nota el alma del artista a través de lo que hace y si sucede conmigo es más importante que un streaming o cualquier boludez que uno hace», afirmó.
Emocionada y con lágrimas en los ojos, Lali se mostró más que agradecida por la vida que tiene y recordó sus orígenes. «Obviamente, me emociono», reconoció y aseveró: «No importan los proyectos ni los discos; al final nuestro trabajo es emocionar al otro, generar empatía».
«Y así como cuando era pequeña, y escuchaba a grandes de la música, gracias a mi madre Majo, para quien pido un aplauso, cuando uno crece en mi contexto soñar con algo tan enorme era imposible, lo que tenía alrededor era gente que trabajaba de lo que podía y no lo que quería«, contó y agregó: «Qué salía todos los días a la calle a armarse una vida y a sobrevivir». «Y de pronto, armarme mi vida a gusto y piacere y que eso sea abrazado, no lo puedo creer«, admitió.
«Esto me excede, a mí me hizo la gente«, expresó y agregó: «Es algo que realmente lo siento, la gente me puso en este lugar«. «Si estoy acá es gracias a la gente, que al final agradece que uno nunca se olvide quién es«, remarcó. En esa línea, afirmó que «no hay talento que valga sin gente que te quiera, gracias por estar ahí forjando a la mujer que soy«.
Para concluir, enfatizó: «Lo más heavy, me parece, es alentar a los niños y niñas a que, a pesar de que la gente la está pasando muy mal en este país, que nadie les diga que no pueden, eso está dentro de cada uno» y remarcó: «En la pasión tienen el amor, los contextos ayudan a que las cosas se logren pero si no tenés pasión, no hay contexto que te ayude«. Por lo tanto, resaltó: «Hacia adelante los que tienen proyectos con la música» y cerró: «Gracias a las mujeres que me trajeron hasta acá y de las cuales aprendo todos los días para cumplir este rol».