Por Luciana Plotinsky
Desde temprana edad Luisana Lopilato sabe lo que es el éxito. “Chiquititas”, “Rebelde Way”, o “Casados con hijos” son títulos que se grabaron a fuego en las pantallas de Argentina y gran parte del globo terráqueo. Comenzó su carrera haciendo publicidades con tan solo 5 años. A los 11 se presentó a un casting de Cris Morena y nunca más paró hasta convertirse en una de las actrices argentinas más convocantes.
Casada desde hace más de diez años con la mega estrella canadiense Michael Bublé, reside en Vancouver durante gran parte del año. Juntos supieron construir una familia numerosa en la que el brillo real no está sobre los escenarios. Ni para los conciertos de él ni para las actuaciones de ella. La luz de su casa está puesta en Noah (9), Elías (cumple 6 en enero), Vida (4) y Cielo, que nació en agosto pasado.
-N:- ¿Cómo es vivir en otro país?
-Vivir en otro país… no lo siento tan así, porque soy muy argentina y estoy muy pendiente de lo que pasa acá. Además, me llevo a Vancouver de todo como para no sentirme lejos, para sentir un poquito que estoy acá.
-N: -¿Cuáles son sus objetos de arraigo? ¿Qué se lleva a Vancouver para no añorar Argentina?
-Todo lo que se pueda extrañar, como por ejemplo el mate, el dulce de leche, alfajores o empanadas. Por suerte ahora se pueden conseguir muchas de estas cosas allá y no necesito trasladarme con tanto. Hoy las compro allá directamente.
-N:- ¿Cada cuánto viene al país?
-Dos veces al año seguro vuelvo por trabajo, y de paso aprovecho para estar con mis seres queridos. Por suerte tengo la posibilidad de traerme a Canadá a mi familia y a amigos para que vengan a visitarnos de vez en cuando. La verdad es que viajamos un montón, pero siempre estamos rodeados de afectos, así que no se siente tanto la distancia.
N:- Acá es una celebridad. ¿La reconocen los argentinos por la calle en Vancouver?
-¡Si! Más ahora por las películas que están en Netflix: “Matrimillas”, “Pipa”, “Perdida” y “La Corazonada”. Eso genera una visibilidad casi permanente y la gente me reconoce. Pero todo muy medido.
N: -¿Cómo fue festejar el Mundial en Vancouver?
-¡Fue una fiesta! Nos encontramos en el downtown (el centro) con miles de argentinos y festejamos a puro bombo, gritos y canciones. Fue tan increíble como inolvidable.
Más allá de saudades y rituales para no extrañar, ahora Luisana, su marido y sus cuatro hijos están instalados en Argentina para darle vida a un proyecto esperado. Por ella y por el público. “Casados con hijos” fue la adaptación de la exitosa sitcom estadounidense que tuvo su versión local en 2005 y 2006. El suceso fue tan gigantesco que la repetición nunca dejó de emitirse al aire, perdiendo incluso la noción del tiempo. Cualquier día a cualquier hora se podía encontrar un capítulo al aire. Lo que se plasma en una pantalla queda inmortal.
La comedia, protagonizada por Guillermo Francella y Florencia Peña, tuvo actuaciones de lujo de los Lopilato. Luisana era la despistada bomba sexy Paola Argento, y su hermano de ficción –el ingenuo y virginal Coqui- es su hermano en la vida real, Darío. Una química actoral basada en un conocimiento fraternal.
17 años después, los Argento vuelven a reunirse. Esta vez la convocatoria es en el teatro Gran Rex, donde el 5 de enero se estrena el esperado regreso que promete ser furor de verano en Buenos Aires.
N: -¿Cuál es la expectativa ante el re-estreno de “Casados con hijos”?
-No veo la hora de estar en contacto con toda la gente, ¡estoy feliz!
Con “Rebelde Way” ocurre algo parecido. Se estrenó en 2002 y dos décadas más tarde es descubierto por niños y niñas cuyos padres ni siquiera se conocían al momento del estreno. La novela que escribió y produjo Cris Morena hace veinte años permanece dentro del top ten de “Lo Más Visto” en la plataforma Netflix. Allí Luisana era Mía Colucci y tenía apenas 15 años. La tira juvenil la llevó de gira por toda Sudamérica, por España y por Israel, donde la chica nacida en Parque Chas despertó pasiones. Era otra vida, pero la magia de la tele tiene eso: logra detener al tiempo.
N:- ¿Está enterada de que Rebelde Way es furor para los chicos y chicas de hoy?
-¡Sí! El público se renueva y cuando pasa eso es algo hermoso. Ahora hasta mi sobrina y sus amigas lo ven y lo comentan.
N: -Usted trabaja desde muy chica. ¿Dejaría que sus hijos recorran ese mismo camino?
-Mmmm, no lo sé . Por el momento los acompañaría en lo que sea que los haga felices. Pero honestamente no lo sé. Por ahora es acompañarlos en lo que les guste y disfruten hacer.
N: -Con una casa tan empapada de arte. ¿Ellos tienen inquietudes artísticas?
-Sí, los tres tocan el piano y toman clases con un profesor.
N- ¿Saben ellos que sus papás son mega famosos? ¿Cómo lo llevan?
-Creo que para ellos es normal, pero no sé si saben la dimensión.
Versátil, Luisana trabajó en 12 películas en distintos registros. Hizo policial, musical y hasta puso la voz en un film animado. En 2016 le llegó el turno de debutar en Hollywood con “Fair Market Value”, que se rodó en Nueva York, una experiencia que define como “riquísima” y que –asegura- le gustaría repetir. Pero ahora es el turno de darle rodaje a la comedia.
Y la oportunidad llegó en “Matrimillas”, cuyo elenco encabeza junto a Juan Minujín. Allí, una pareja de jóvenes profesionales que cae presa del desgaste encuentra una original forma de salvar la relación: a través de una aplicación suma o resta puntos de acuerdo a los gestos que se prodigan mutuamente. De ahí el título, y la pregunta inevitable.
N: – A partir de la película ¿Innovó con el concepto “matrimillas” junto a su marido?
-No, no usamos matrimillas con Michael. Las responsabilidades en pareja deben ser -y ya son- compartidas entre los dos. Y esa es una buena clave para sostener el matrimonio.
Fotos: Sebastián Arpesella /Netflix – Martin Kraut / Netflix