La Real Academia de Ciencias de Suecia anunció este jueves que la escritora francesa Annie Ernaux es la ganadora del premio Nobel de Literatura 2022.
La autora de libros reconocidos como «El acontecimiento» y «Los armarios vacíos» era una de las candidatas con mayores posibilidades para esta edición, y finalmente se quedó con el reconocimiento de 10 millones de coronas suecas (unos US$ 915.072).
Ernaux, de 82 años, se crió en Yvetot, en Normandía, y más tarde se instaló en Cergy-Pontoise, una comuna creada luego de la Segunda Guerra Mundial. “Sé que parece una contradicción, pero esta urbe sin pasado era el único lugar donde me sentía bien. Las ciudades históricas me recuerdan a una larga tradición de exclusión social. Aquí podía vivir sin sentirme sometida a ese determinismo”, explicó en una entrevista.
Considerada una escritora feminista, cultivó una prosa vinculada a lo autobigráfico, desde la cual construye sus relatos, abordando temas como la maternidad y el aborto.
Su obra también permite ser vinculada a acontecimientos de su propia vida: su madre (“Une femme”), el ascenso social de sus padres (“La place, La honte”), la adolescencia (“Ce qu’ils disent ou rien”), su matrimonio (“La femme gelée”), su aborto (con un estremecedor relato en “El acontecimiento”), el Alzheimer de su madre (“Je ne suis pas sortie de ma nuit”) y su lucha contra el cáncer de mama (“L’usage de la photo”).
Pero escribió más de 20 libros a lo largo de su carrera y cosechó numerosos premios, que ahora se coronan con uno de los mayores galardones de la literatura mundial.
UNA “RESPONSABILIDAD”
Se trata de la primera mujer francesa en ganar el Nobel de Literatura y, al enterarse, afirmó que lo toma como “una responsabilidad”.
«Me sorprendió mucho. Nunca pensé que estaría en mi panorama como escritora. Es una gran responsabilidad dar testimonio, no necesariamente en términos de mi escritura, sino dar testimonio con precisión y justicia en relación con el mundo», aseguró.
Ernaux había aseverado que “escribir es un acto político” para ayudar a la sociedad a “abrir los ojos” frente a las desigualdades. Y, en ese sentido, la academia sueca expresó: “Para ello utiliza el lenguaje como ‘un cuchillo’, como ella lo llama, para rasgar los velos de la imaginación«.
Asimismo, la organización destacó su obra “Les Années”, de 2008. «Es su proyecto más ambicioso, que le ha dado una reputación internacional y una serie de seguidores y discípulos literarios», explicaron al justificar el reconocimiento.
Pero tal vez su obra más punzante, de acuerdo a la academia, sea «El acontecimiento», del año 2000, en la que crudamente cuenta su experiencia personal en relación a un aborto que se practicó en los ‘60, cuando todavía era ilegal en Francia. Allí, una narradora de 23 años ofrece una «narración clínicamente contenida» sobre esa vivencia. «Es un texto despiadadamente honesto, donde entre paréntesis añade reflexiones con una voz vitalmente lúcida, dirigiéndose a sí misma y al lector en un mismo flujo», describieron.