Llega el fin de semana y que mejor oportunidad que aprovechar para salir y disfrutar. Una opción es el Jardín Japonés, en donde además de ver bellos paisajes al aire libre, como diversos árboles, estanques con diferentes peces, lagunas, también se puede participar en distintas actividades.
En esta oportunidad, tanto el sábado, 30 de julio como el domingo 31 de 10.00 a 18.15 horas, habrá una exposición de ilustraciones al estilo kawaii, en la que podrán verse obras de los artistas Azul Piñero y Carlos Higuera con el objetivo de conocer la cultura japonesa. Además, esta muestra tiene un detalle particular: las personas podrán escribir un deseo en una tira de papel conocida como «tanzaku» y dejarla atada en las cañas de bambú, que están en el Jardin Japonés, a fin de que el anhelo se cumpla.
Foto: Página oficial Jardín Japones.
Además, el domingo a las 15.00 horas se realizará una muestra de karate en honor al sensei Shigeo Nakazato.
Foto: página oficial Jardín Japonés.
El Jardín Japonés está ubicado dentro del Parque 3 de Febrero en el barrio porteño de Palermo y se entra por Avenida Berro esquina Avenida Casares. En cuanto a la entrada, tiene un valor de $416 y puede adquirirse en la boletería del lugar. Además, los menores de 12 años y los mayores de 65, ingresan gratis mostrando su DNI en la entrada. Respecto al horario, abre sus puertas todos los días de 10.00 a 18:45 horas.
LA HISTORIA DEL JARDÍN JAPONÉS
«Me sentiré sumamente complacido si una visita nuestra, aunque sea de corta duración, nos permite servir de puente (entre Japón y Argentina) para un más estrecho vínculo». Estas fueron las palabras que manifestó el entonces príncipe heredero al Trono Imperial del Japón, Akihito, al llegar a nuestro país en compañía de su mujer, la princesa consorte Michiko.
El 17 de mayo de 1967 nació el Jardín Japonés, un lugar proyectado y construido por la colectividad japonesa, que después fue donado por intermedio de la Embajada del Japón, a la entonces Municipalidad de Buenos Aires, como forma de agradecerle al pueblo argentino por ser un país que sirvió de refugio en tiempos de inmigración.
El objetivo era crear un lugar bello que durara en el tiempo y que sirviera como punto de encuentro entre la colectividad japonesa y los príncipes herederos al trono imperial, Michiko y Akihito, quienes se encontraban prontos a arribar a Argentina.
La visita, pactada para mayo de 1967, constituía un hecho único sin antecedentes, debido a que, por primera vez, un integrante de la familia imperial iba a conocer la Argentina. La comunidad japonesa y sus descendientes celebraron el acontecimiento con orgullo y felicidad. «Los príncipes nos visitarán», decían. En un lapso de sólo 50 días, recaudaron el dinero que se precisaba y construyeron el Jardín Japonés.
«Más de medio siglo después de pronunciadas estas palabras, podemos decir que el deseo de Akihito se cumplió, al ver hoy un jardín japonés en Buenos Aires que ha perdurado en el tiempo, como expresión viviente y material de la eterna amistad entre Argentina y Japón, un vínculo que jamás se romperá», destaca el sitio oficial del lugar.
