La muerte de Beatriz Sarlo a los 82 años conmocionó al mundo de la literatura y la intelectualidad argentina, aunque también dejó una extensa obra y opiniones que siguen resonando en el debate público. Crítica y reflexiva, la ensayista no esquivaba las preguntas sobre política contemporánea y en varias oportunidades se refirió al fenómeno político de Javier Milei, presidente de la Nación.
Sarlo definió a Milei como “un político de naturaleza extremista”, apuntando a la radicalidad de su discurso y su estilo confrontativo. “Introdujo un discurso bestial, donde se glorifica el desborde verbal y la falta de límites”, expresó en una entrevista en marzo de este año.
Para la ensayista, el estilo del líder libertario no solo modificaba las formas de la política, sino que amenazaba con desdibujar los principios democráticos esenciales, marcando una ruptura con la tradición republicana del país.
Murió Beatriz Sarlo, la escritora que marcó una época en la cultura argentina
La escritora también alertó sobre lo que consideraba el riesgo de la polarización extrema que, en su visión, impulsaba Milei. “No es solo que polarice, sino que lo hace de una manera casi caricaturesca, llevando al máximo la lógica del amigo-enemigo”, explicó. Según Sarlo, dicha estrategia buscaba consolidar un núcleo duro de apoyo, pero al costo de fragmentar aún más a la sociedad argentina.
En sus intervenciones públicas, Sarlo también opinó sobre las implicancias de las propuestas económicas y sociales de Milei. Si bien reconocía que había un sector de la población cansado de los partidos tradicionales, para ella, el mensaje del actual mandatario apelaba más al enojo que a soluciones concretas. «Es un síntoma de un país agotado, pero no necesariamente una respuesta viable para sus problemas», reflexionó en otra oportunidad.
Y hasta lo comparó con el fascismo: «Milei sintoniza con el hartazgo, lo cual es algo pésimo. Eso sucedió en general con los fascismos. Después también están los distraídos de las capas medias que dicen: ‘Mirá qué bien Milei, este viene a poner orden’. Esos después son las primeras víctimas”.
En cuanto al rol del gobierno de Milei, Sarlo consideraba que la eliminación de ciertos consensos básicos, como la regulación estatal y la protección social, eran medidas que podían profundizar la desigualdad y la exclusión. “Es un retroceso histórico que se disfraza de avance hacia la libertad”, señaló, mostrando su preocupación por las consecuencias a largo plazo de políticas desreguladoras.