A los 75 años, la reconocida actriz e intérprete argentina abandona su zona de confort y debuta como directora teatral con «No tiene un desgarrón». Pero lo que no deja atrás es su compromiso político y social. En una charla exclusiva habló sobre el arte, sus desafíos profesionales, analizó la situación del país, señaló sus diferencias con el proyecto libertario y reivindicó la figura de Cristina Fernández de Kirchner, a quien considera una luchadora y la víctima de un ataque sin precedentes.
Por Natalí Harari
Rita Cortese es sin dudas una de las grandes actrices de la Argentina. Sin embargo, en los últimos años demostró su permanente evolución artística y consiguió sorprender al público con sus otras facetas. La más conocida de ellas es la vinculada a la música: hace ya largo tiempo que disfruta de la música y de sus shows de tango.
Pero hoy, a sus 75 años, debutó como directora teatral con la obra «No tiene un desgarrón», que tiene a Julieta Cardinali y a Vera Spinetta como protagonistas.

Rita Cortese dirige «NO tiene un desgarrón», protagonizada por Julieta Cardinali y Vera Spinetta (Foto: NA)
En una entrevista exclusiva con Newsweek Argentina y la Agencia Noticias Argentinas, la multifacética artista -que se alzó con tres premios Martín Fierro por sus actuaciones en algunas de las ficciones más populares del país como «El sodero de mi vida», «Sin Código» y «Lalola”- contó que cree en el arte puro, fuera del “sistema”, lo cual la motiva a reinventar y reinvertarse permanentemente.
Asimismo, analizó la actual situación del país (y en particular de los actores); se mostró crítica del proyecto libertario encarnado por el presidente Javier Milei; y reivindicó la figura de Cristina Kirchner, a quien admira y considera una luchadora “por un mundo mejor”.
LA ACTUACIÓN, LA MÚSICA Y EL TEATRO
«Lo de la música hace ya muchos años que lo vengo haciendo y me hace muy feliz. Porque además tengo mucha palabra, tengo una conexión muy grande con el público y me hace muy feliz cantar, aunque yo no me siento una cantante. Canto y a la gente le gusta, y tengo buena respuesta. Pero sí, siempre me siento una actriz cantando. Es como mi sello», explicó con humildad.
Sin embargo, la dirección es una nueva experiencia para ella: «Ahora estoy en el teatro. La dirección es algo que me atrae muchísimo. Me encanta, me hace muy feliz».
Y lo hace mientras dedica algo de tiempo a la actuación en algunas propuestas audiovisuales, como la película «Los domingos mueren más personas» y en la serie «El mejor infarto de mi vida», ambas disponibles desde las plataformas.
En ese sentido, lamentó que estos nuevos canales hayan transformado fenómenos sociales que consideraba positivos, como la presencialidad en los cines.
«No me parece mal lo de las plataformas”, aclaró, pero agregó: “Lo único que me da dolor es que se pierda la presencialidad. Porque terminamos todos encerrados en las casas mirando las películas o las series, a veces solas o solos, o en pareja, y todo chiquitito. Es muy difícil generar empatía, se pierden los cuerpos, se le tiene mucho miedo al otro. En lugar de generar una posibilidad de encuentro para transformar algo, el otro pasa a ser un peligro porque, además, venimos de una pandemia donde el otro podía ser muerte o contagio, en lugar de una posibilidad de salida. Y así nos fuimos encerrando y encerrando. Yo creo que es un gran proyecto de vida generado por un mundo que quiere dominar al ser humano. No es casualidad lo que está pasando», señaló.
Y esto, sostuvo, también tiene consecuencias en la oferta televisiva tradicional. “No hay nada de ficción. Hay juegos, no pensamiento. La televisión de aire hay que pensarla en una situación económica tan dura y tan extrema como la que se está viviendo en este momento. A pesar de lo que diga el Presidente de la Nación (Javier Milei), la verdad es que en lo cotidiano hay mucha gente que ya ni siquiera puede pagar un cable, porque ese dinero lo destina para una cosa más esencial. Entonces, esa persona se queda con los canales de aire. Esa es la realidad que estamos viviendo. Después podemos guitarrear lo que quieras».
LA SITUACIÓN DE LOS ACTORES
Desde luego, afirma que esta crisis golpea también a los actores, en el marco de una “batalla cultural” impulsada por el oficialismo nacional que los tiene como blanco de las críticas en numerosas oportunidades. “Es muy difícil. Lo único que está sosteniendo en este momento a los actores es el teatro, y también la movida musical, que es muy grande. Esa es la posibilidad de sustento que tenemos los actores en este momento».
«El arte no detiene la mano de quien te humilla la vida, pero sí te muestra la herida y el tamaño de esa herida», expresó la actriz, citando al poeta Vicente Zito Lema, en una charla que de a poco fue marchando hacia el terreno político. Vale recordar que en los últimos años Cortese mostró su fuerte compromiso político y social apoyando abiertamente al kirchnerismo, lo que le valió importantes apoyos, pero también fuertes críticas en un país signado por una enorme grieta.
«Una batalla cultural se lleva a cabo para que haya un mundo mejor y que todo el mundo pueda acceder al derecho al estudio, a la salud, al alimento y al progreso; y la otra batalla cultural promueve un achicamiento del Estado, reduce el bienestar, justifica el hambre, o sea, casi un proyecto de exterminio», consideró. Y lo sintetizó de este modo: «Son proyectos de vida diferentes: uno de evolución, con todas las imperfecciones del mundo y con todo lo que tengamos que mejorar (por eso a mí ya no me interesa hablar de partidos, sino de proyectos); y otro exterminio, de achique”.
Para Cortese, lo que sucede en Argentina es parte de un proceso mundial. “Evidentemente estamos en una etapa en la que se necesita que se achique el mundo, que haya menos gente para que los grandes poderosos que manejan todo (que son 10, 15 o 20 personas), sigan siempre teniendo la misma cantidad de dinero, o más», opinó.
Newsweek Argentina le consultó qué opinaba de las múltiples causas de corrupción que involucraban al kirchnerismo. Pero la actriz prefirió no hacer en este caso una lectura política, sino sentimental. “Siempre se ha atacado mucho al kirchnerismo. No sé qué es lo que está comprobado de eso. Yo no soy política y no estoy adentro de la política. Pero hemos pasado momentos de mucha felicidad, y creo nunca vi algo igual: cómo han manchado la figura de Cristina Fernández de Kirchner desde todo punto de vista».
LA RELACIÓN CON CRISTINA
«Con Cristina Fernández de Kirchner yo estuve en el Instituto Patria, en la parte cultural, y la he visto, la he tratado, claro, pero no es que tenga un vínculo de amistad con ella. Me encantaría, pero no lo tengo. Me encantaría porque es una mujer muy inteligente. Ha sido muy castigada y sigue luchando para un mundo mejor. La han atacado de todos los lugares y siempre se presentó, siempre estuvo a derecho, nunca se fue del país. La única vez que se fue, lo hizo por una cuestión de salud de su hija, para preservarla un poco de tanta violencia ejercida contra ella. Incluso la han hecho responsable de cosas que ha hecho Menem», contó la artista, a la que sus detractores califican como una “actriz K”.
¿Imagina un regreso de Cristina al poder? Cortese respondió: «No sé si está en su deseo, o si habrá algo evolutivo. Me parece que sería muy interesante una continuidad. No lo sé. Lo que sí creo es que es una referente política importantísima por lo que ha hecho por el país, y con todo en contra. Yo no digo que todo haya estado bien, porque eso es imposible, pero de ahí a exterminarlo hay una diferencia. Lo que se hizo bien, perfecto, se hizo bien, aunque lo haya hecho la extrema derecha, la extrema izquierda o el centro. Lo bueno debe quedar. Por eso hay que empezar a hablar de proyectos y no de partidos».
En ese contexto, Cortese ve en el programa libertario un modelo opuesto a su pensamiento. “Quien mejor definió este proyecto fue la excanciller Diana Mondino, cuando fue el problema de los cortes de luz y los generadores eléctricos. ‘No hay para todos’, dijo. Es la mejor definición de este Gobierno: no hay para todos. Algunos lo van a tener y otros se van a morir. Ese es el proyecto. Algunos van a poder acceder al estudio, otros no; algunos van a poder comer todos los días, otros no; algunos van a poder sobrevivir, y otros no”, sentenció.
Finalmente, a pesar de sus profundas diferencias, Rita Cortese no piensa irse del país, aunque admite que le gustaría alejarse de Buenos Aires y vivir cerca de la playa: “Ya estoy grande, no me iría del país, pero sí de Buenos Aires porque está muy fea en cuanto a la construcción. Por ejemplo, me parece un espanto lo que se ha hecho con la calle Corrientes. No me gusta cómo está Buenos Aires. Está sucia. En cambio, hay lugares donde la naturaleza te ayuda a paliar la pobreza. Me iría a un lugar con mar, algo que calme un poco”.