En 1989 el líder obrero Luiz Inácio Lula Da Silva logró llegar a la segunda vuelta electoral de los comicios presidenciales, contra el candidato liberal Fernando Collor de Melo. La ola neoliberal se extendía a lo largo de Latinoamérica y los humildes ya intuían los que finalmente sucedió: privatizaciones, desempleo, recesión, endeudamiento y hasta la confiscación de los ahorros. Lula, para muchos, significaba una esperanza de visibilización de la pobreza que reinaba en buena parte del enorme territorio brasileño.
El fotógrafo argentino Martín Gurfein había llegado hacía un año. Ya había estado un tiempo en Brasil en el ‘83, pero ahora todo era distinto: su plan era instalarse allí y, además, «estas eran las primeras elecciones directas después de la dictadura», explica. El mandatario saliente era José Sarney, que había llegado al cargo tras la muerte de Tancredo Neves, poco antes de asumir.
“Yo tenía algunos amigos del ‘83, cuando pase unos meses por aquí. Norberto Avellaneda, uno de ellos, me llamó para ver si quería ir a dar una vuelta para hacer fotos; salimos por ahí y terminamos en Itaquera, en la periferia de San Pablo, en una escuela en la que se votaba”, cuenta él mismo a Newsweek Argentina.
Allí tomó una serie de fotos que le ponen caras a esa esperanza. “La mayor parte de estas fotos son de la fila con gente del barrio. Fue un domingo de sol, en diciembre. El clima era un poco tenso pero de fiesta comparado al de hoy, mucha gente se juntaba en la calle, en las plazas, se vivía una sensación entre esperanza y miedo. Eran claramente dos lados ese día, pero nadie iba a matar a nadie no existía ese temor de violencia como ahora”, relata.
Y ese es, en parte, uno de los valores adicionales de esas imágenes: la comparación (con semejanzas y diferencias) con las actuales elecciones en Brasil, que tienen otra vez a Lula como el candidato de la esperanza de cambio, ante un Jair Bolsonaro que va a en busca de su reelección.
“En el ‘89 terminó ganando Collor, que meses después le confiscó la plata a la gente y, en medio de varios escándalos, cayó. Hoy, 33 años después, estamos aquí de nuevo con esperanza, con miedo y también con Lula”, sostiene.
Un año después, Gurfein presentó un audiovisural en el Museo de Imagen y Sonido de San Pablo (MIS), e incluyó allí algunas de estas fotos. Pero, como se señalaba, el tiempo les dio nueva vida, otras lecturas a la luz de las nuevas realidades. “En los últimos años las volví a ver y las organice como un trabajo independiente. Siempre considere de forma teórica el valor histórico que va cargando una foto pero ahora que hace más de 40 años que trabajo con fotografía veo el paso del tiempo sobre las mías”, concluyó.
Las fotos de Itaquera y las demás colecciones de Martín Gurfein se pueden ver en la página web www.martingurfein.com.