Taylor Swift relanzó uno de sus discos más exitosos: “1989”. Se trata de su quinto álbum de estudio, con el que dio un giro en su carrera y un salto a la música pop, que ahora cuenta con una nuevas versiones de sus clásicos y canciones nuevas.
Originalmente, este disco fue estrenado en agosto de 2014, con hits como “Shake if off”, “Blank Space” y “Bad Blood”; y es el cuarto de su carrera que decide relanzar con una propuesta hecha íntegramente hecha por ella. Pero, ¿por qué la cantante está regrabando todas sus canciones?
Todo se remonta al comienzo de la carrera de Taylor Swift. Cuando aún era una adolescente, la artista firmó su primer contrato con la empresa Big Machine Records (BMR), con la que grabó sus primeros seis discos de estudio. Sin embargo, aquel acuerdo tenía una condición: todas las canciones serían propiedad de la discográfica.
En 2018 expiró aquel contrato, y Taylor Swift decidió firmar con Republic Records, que aceptó que ella sea la dueña de todo su material. Sin embargo, toda su obra anterior había quedado en manos de su antigua disquera.
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Según contó la propia cantante, quiso llegar a un acuerdo con Scott Borchetta, dueño de BMR, para recuperar los derechos de su música, pero este se negó. “En cambio, me dieron una oportunidad de firmar de nuevo con Big Machine Records y ‘ganarme’ un álbum cada vez que yo sacase un nuevo disco”, reveló.
La situación para Swift empeoró cuando, en 2019, el productor Scooter Braun, con quien tiene una enemistad por acusarlo de haberla acosado y hacerle bullying, se convirtió en el nuevo dueño de Big Machine Records.
“Mi legado musical está a punto de caer en manos de quien ha intentado desmantelarlo. Nunca, en mis peores pesadillas, imaginé que el comprador sería Scooter”, manifestó en su momento en una carta, en la que apuntó que Braun y Borchetta buscaban “controlar a una mujer que no quería estar asociada o involucrada con ellos en perpetuidad”.
Así fue como comenzó una batalla legal, por la cual la cantante intentó comprar sus seis primeros discos con los que saltó a la fama. Pero no solo que no aceptaron su propuesta, sino que además le impidieron hacer uso de las mismas. Además, la discográfica seguía cobrando regalías por su música, e incluso lanzó un álbum en vivo sin su autorización.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Big Machine Records, finalmente encontró un vacío legal en el contrato. Es que si bien la empresa es dueña de las grabaciones, todas las letras y la música fueron compuestas por Taylor Swift.
Por eso, en 2020 anunció que iba a regrabar sus seis primeros discos de estudio, con algunas ligeras modificaciones, para retomar el control sobre ellos y obtener las regalías. Así fue como nacieron las “Taylor’s Version”, como denomina a las reversiones hechas íntegramente por ella.
Hasta la fecha, cuenta con cuatro relanzamientos: “Fearless” (2008); “Red” (2012); “Speak Now” (2010); y ahora se suma “1989”. Aún quedan dos obras por regrabar: “Taylor Swift”, su álbum debut; y “Reputation”.
