La euforia de miles de participantes que se sienten “más irlandeses que nunca”; que tiene como protagonistas el color verde, el famoso trébol como símbolo nacional, la cerveza, el espíritu festivo y el whiskey.
El whisky es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Se obtiene de la destilación de cereales como el trigo, la cebada, la malta, el centeno y el maíz, y se añeja en barricas tradicionalmente hechas de madera. Cada whisky tiene un proceso de producción especial de acuerdo a su origen, añejamiento y fermentación.
Según el International Wines & Spirits Report, durante 2020 el consumo de whiskies en Argentina creció un 9% con respecto a 2019, impulsado fuertemente por la pandemia. Jameson tuvo un aumento del 34% en volumen en ese período. En 2021, el consumo de whiskies premium continuó con una tendencia positiva sostenida en supermercados y autoservicios y Jameson acompañó ese crecimiento (Fuente: Informe Scentia Diciembre ’21).
¿Whiskey o Whisky?
Cuando hablamos de Whisky o Whiskey no son solo dos formas distintas de escribir el mismo nombre, sino que su diferencia está marcada por el origen y la forma en la que se produce cada bebida. El whisky sin la letra “e” hace referencia a los whiskies denominados “Scotch” o de origen escocés. Mientras que la versión americana conocida como Bourbon y la irlandesa llevan la “e” como una forma para diferenciar de dónde proviene cada bebida.
Jameson es el whiskey Irlandés por excelencia con una suavidad excepcional y un sabor que trae el equilibrio perfecto de notas especiadas, nuez y vainilla con toques de jerez dulce. Es añejado por lo menos durante cuatro años en barricas de roble, lo que le aporta un aroma a madera y una fragancia floral ligera.
“Jameson es un whiskey que les abre las puertas a los no consumidores de whiskies, por su triple destilación, lo que lo hace doblemente suave. Esto lo hace fácil de tomar y versátil, ideal para tomar solo, en formato de cóctel o incluso con cerveza”, afirma Adriel Labbé, Director de Marketing en Pernod Ricard Cono Sur.
Quién fue San Patricio
San Patricio, a diferencia de lo que se cree popularmente, no era irlandés. Fue un misionero católico y predicador nacido en Escocia a finales del siglo IV, quien llegó a Irlanda luego de escapar de la esclavitud y allí fue donde inició su recorrido religioso. Tradicionalmente, se cuenta que utilizó el Shamrock, famoso trébol de tres hojas, para explicar la Santísima Trinidad: Padre, hijo y espíritu santo, convirtiéndose en uno de los símbolos de la iglesia católica irlandesa.
Una antigua leyenda narra que luego de haber fundado la primera iglesia y haber realizado varios milagros, San Patricio comenzó a ganar adeptos muy rápidamente. Ante esta situación los sacerdotes paganos enviaron un ejército de duendes a molestar e impedir el rezo de los nuevos feligreses. San Patricio les hizo frente y con las palabras “en nombre de Dios Todopoderoso, yo los expulso, espíritus impuros”, logró desterrarlos y terminar con sus amenazas. Por este motivo, la imagen de San Patricio es también utilizada hasta el día de hoy como protección ante estos legendarios personajes. Sin embargo, se dice que todos los 17 de marzo los duendes salen de sus escondites para hacer de las suyas.
Los festejos de San Patricio en Irlanda
Durante cinco días, Dublín es la ciudad anfitriona del Desfile del Día de San Patricio. La capital de la República de Irlanda celebra al patrono durante cinco días, aunque la fiesta se expande a otros pueblos y villas irlandesas. En los días festivos, se expone el talento irlandés con exhibiciones de arte, música y gastronomía que representan la cultura de la isla.
Por qué en Argentina
La Argentina posee la quinta comunidad irlandesa fuera de Irlanda, en gran medida gracias a la importante inmigración irlandesa y celta a inicios del siglo XX. La cultura irlandesa, su gastronomía y costumbres, se incorporaron en el país y, cada 17 de marzo, se realizan grandes festividades en calles y parques de ciudades como Buenos Aires, Mendoza, Mar del Plata, Rosario y Córdoba, que desde el año 2009 cuentan con el auspicio de la Embajada de Irlanda y asociaciones de irlandeses y sus descendientes. Más allá de la comunidad, muchos otros se suman a los festejos verdes, brindando con whiskey y cerveza, y viven esta fecha como la oportunidad para reunirse con amigos y celebrar la vida.