Será “el Peque” por su altura, pero en la cancha es un grande. Con solo 26 años, el tenista ya obtuvo 2 premios ATP y ocupó el puesto número 11 del mundo. Es la joven promesa del tenis argentino que nos hace subir como país en el ranking mundial.
¿Cómo arrancaste en el tenis?
Cuando era chiquito, mis padres jugaban tenis, pero como hobby, en el Club Náutico Hacoaj. Mientras, yo iba a la colonia y practicaba de todo. A medida que fui creciendo, me fui decidiendo un poco más por el tenis y dejando los otros deportes de lado.
¿Qué cualidades son necesarias para triunfar como tenista?
La perseverancia, creer en uno mismo, ser consciente de que el entrenamiento y todo lo que hacés afuera de la cancha es muchas veces más importante que lo que terminás haciendo en los entrenamientos y en la competencia. Porque después, si uno quiere competir bien pero afuera viene haciendo las cosas más o menos, es muy difícil.

¿Qué es lo que más te gusta hacer fuera de la cancha y de los entrenamientos?
Como estoy poco acá en Argentina, me gusta mucho juntarme con amigos y familia, ver fútbol, jugar a las cartas y comer asados.
Argentina es siempre protagonista cuando se habla de tenis.
¿Qué es lo que nos caracteriza?
No sé bien qué será, pero me acuerdo de que había una publicidad que decía que siempre en un equipo campeón había un argentino. Me parece que tenemos esa “garra argentina” que no tienen todos y una pasión enorme por ganar. El argentino es demasiado loco con la competencia, y me parece que eso nos hace buenos y nos hace malos en un montón de aspectos.
Cuando eras chico, ¿te imaginabas que ibas a estar en el top mundial?
No, sobre todo porque era muy difícil al principio, más que nada económicamente. Pero a medida que fui creciendo sí lo pude considerar. A veces hay que pecar un poco y creérsela de más en el tenis (como en cualquier deporte individual) para confiar en uno mismo. No me imaginaba llegar hasta acá [ser el 11. ° del ranking], pero como lo fui haciendo paso a paso y no de golpe, me fui adaptando. Cada año creía un poquito más que podía seguir avanzando, y ahora espero seguir de esa forma.
¿Y qué se siente estar ahora entre los mejores del mundo?
Se siente bien (se ríe). Ojalá que pueda durar lo que me resta de la carrera de esta manera, jugando los mejores torneos contra los mejores, poder vivir del tenis, poder disfrutar de lo que hago.
¿Cuáles son las mayores satisfacciones y los mayores sacrificios que conlleva la vida del deportista?
La satisfacción viene cuando te va bien y ves cómo disfrutan tus amigos y familia, o los que no te conocen aplauden lo que hacés (incluso es un poco loco). Sacrificios se hacen todo el tiempo: no estar en mi casa a lo largo del año, viajar mucho, haber tenido que renunciar a muchas cosas de chico que cualquiera a esa edad hacía. Pero los sacrificios traen satisfacciones.
¿Un Grand Slam que te motive?
El que más me motiva es Roland Garros; el que más me gusta es Australia.
¿Algún rival internacional contra el que te gustaría jugar?
Me hubiese gustado jugar contra Murray. Pude entrenar muchas veces con él, aunque nunca lo enfrenté dentro de la cancha. Pero sé que anda con dificultad en la cadera.
Ya tenés 2 títulos ATP. ¿Creés que el tercero está cerca?
Sí. Si logro ser regular jugando mi mejor tenis, sé que puedo llegar a ganar varios títulos más. La forma de jugar que tengo cuando juego bien sé que a los rivales no les gusta mucho porque provoco muchos errores (y me lo confiesan). Quizás no tengo las armas que tienen los demás y por eso necesito estar al 100 % siempre. Pero me tengo fe.
¿Un sueño por cumplir?
Ya cumplí varios de los que tenía cuando era chico, pero me gustaría poder seguir haciendo lo que me gusta. Siempre dije que a los 32 me quiero retirar, porque el argentino, al estar siempre muy lejos de casa (más que el europeo), sufre la distancia. Así que mi sueño sería llegar a esos 32 hecho y sin tener nada para reprocharme.
Agradecimiento: ATP Tour
GENTILEZA: REVISTA MUSTIQUE