Diego Schwartzman puso punto final a su carrera profesional en el ATP 250 de Buenos Aires, donde cayó en los octavos de final ante el español Pedro Martínez por un doble 6-2.
A sus 32 años, el argentino decidió retirarse del tenis competitivo, reconociendo que ya no podía sostener el exigente ritmo del circuito. Su despedida dejó una huella profunda, no solo en la cancha, sino también en los vestuarios, donde siempre fue un referente de humildad y compañerismo.
La noticia provocó una ola de mensajes de reconocimiento, entre los que se destacó el del serbio Novak Djokovic, quien combinó emotividad y humor en su homenaje.
El número uno del mundo recordó una anécdota compartida con Schwartzman en el gimnasio, parafraseando una de las frases más icónicas de Lionel Messi en el Mundial de Qatar 2022: “¿Qué mirás, bobo? Andá pa’ allá, bobo”. Con este guiño, Djokovic demostró el vínculo cercano que mantenía con el argentino, además de enviarle un mensaje más formal: “Amigo!! Felicitaciones por una carrera increíble”.
El retiro del Peque marca el adiós de uno de los tenistas más queridos del circuito, no solo por su talento, sino también por su capacidad de superación y resiliencia. A lo largo de su trayectoria, supo desafiar las adversidades y consolidarse como un referente del tenis argentino.
Su despedida en Buenos Aires, frente a su público, fue un cierre simbólico que reflejó el cariño y la admiración que supo cosechar.
Desde distintas partes del mundo, colegas y figuras del deporte le enviaron mensajes de aliento. Rafael Nadal y Carlos Alcaraz elogiaron su legado, mientras que el exfutbolista Ronaldo sorprendió con un post en redes, recordando el día que compartieron una cancha. Jannik Sinner, actual número uno del mundo, también le dedicó unas palabras: “Qué carrera, qué persona. Lo mejor para un nuevo capítulo”. Por su parte, Juan Martín del Potro reposteó un homenaje de la Asociación Argentina de Tenis con un simple pero significativo “Grande, Peque!”.
El ATP 250 de Buenos Aires fue el escenario perfecto para el adiós de Schwartzman, quien eligió cerrar su etapa profesional en casa, rodeado de su gente. Aunque ya no competirá, su legado en el tenis argentino perdurará como el de un jugador que, a pesar de las dificultades, supo dejar su marca en la historia del deporte.
