Diego Schwarzstein, médico endocrinólogo que trató a Lionel Messi cuando tenía problemas de crecimiento, conversó esta mañana con Ari Paluch en Radio Rivadavia y precisó que cuando la familia fue a verlo, «Leo tenía nueve años, estamos hablando del año 97».
«Yo era consultor externo de Newells y recibía consultas de mi especialidad por parte de deportistas del club», indicó y agregó: «Me llamaron de las inferiores y me dijeron ‘tenemos un pibe que es un joyita, es lo mejor que tenemos pero es muy chiquito. Entonces, hay que ver si lo podemos ayudar a crecer'».
Acerca del tratamiento, detalló que «en el caso de Leo, entre todas las consultas, llevó seis meses» y añadió que «además del tratamiento, hay que llevar a cabo un control».
En esa línea explicó que «es un tratamiento carísimo pero no solo para un operario metalurgico (que era el trabajo del papá de Messi) sino para el 95% de las familias argentinas» e indicó que «hoy ese tratamiento cuesta ocho millones de pesos al año». Por lo tanto, señaló que «es un tratamiento que tiene una cobertura especial por parte de la seguridad social» y en consecuencia, «la obra social recibe un reintegro por parte del Ministerio de Salud», marcó.
En ese sentido, contó que «durante mucho tiempo la obra social de la familia de Messi cubrió el tratamiento, se cubrió entre la obra social y la mutual (de donde trabajaba el papá)» pero subrayó que «eso duró hasta el 2001 cuando se rompió la red de contención social porque las obras sociales dejaron de recibir los reintegros».
«Entonces, las obras sociales le empezaron a decir a los pacientes ‘mirá, el Estado no me reintegra el dinero que yo vengo poniendo así que se me hace difícil sostenerte el tratamiento'», recalcó y agregó que » Leo hizo una prueba en River, pero River le dijo que tenía que seguir libre, que no quería tener problemas con otros clubes, que no se roban chicos de divisiones inferiores». Por lo tanto, afirmó que «en ese momento, el tratamiento tuvo cierta discontinuidad» y entonces, precisó que «algún mes se lo daba la obra social, otro los laboratorios» y sumó: «En el medio aparece la prueba en el Barcelona y realizó allí los últimos meses de su tratamiento».
Sobre su vínculo con Leo destacó que «nosotros teníamos una muy buena relación médico-paciente, que excedía un poco la habitual», ya que, «nos unía el fútbol y Newells y entonces, charlabamos mucho» y añadió que «yo había vivido unos años en Barcelona, antes de que él se fuera para allá, por lo que cuando viajó hablabamos mucho de la ciudad». Por lo tanto, resaltó que «pude mantener el vínculo con Leo y con la familia. Me siento un privilegiado».
Para finalizar, Ari le agradeció lo que hizo por Messi y el médico le contestó: «Yo lo único que hice fue ayudar a un chico que tenía dificultades para crecer, pero justo este se transformó en el mejor del mundo, la pelota la patea él».