Rafael Nadal sufrió mucho más que una sorpresiva eliminación en Roma. El español quedo afuera en los octavos de final del Master 1000 tras caer con Denis Shapovalov, en un partido en el que se lo vio con serias molestias en su pie, algo que encendió las alarmas sobre su participación en Roland Garros.
El español esperaba con ansias el Grand Slam que se disputará en Francia, en donde buscaba ir por su título 22 tras coronarse en el Australian Open. Sin embargo, la enfermedad que lo aqueja desde hace un tiempo le afecta en su rendimiento y puso en duda su futuro.
“No estoy lesionado. Soy un jugador que vive con una lesión constante. Eso es mi día a día. Es difícil, la verdad, y claro que a veces me cuesta aceptarlo. Volví a tener mucho dolor en el pie y ya está”, expresó en la conferencia de prensa tras su eliminación en Roma.
Si bien aún restan unos días para el comienzo de Roland Garros, Nadal reveló detalles de su día a día con el síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad que afecta los huesos del pie y lo acompaña desde el 2005, pero que con el tiempo se ha empeorado.
“Juego porque me hace feliz, pero el dolor me quita esa felicidad. Vivo tomando muchos analgésicos sólo para poder entrenar todos los días y no puedes seguir así por mucho tiempo. No pretendo estar en perfectas condiciones, sólo espero poder salir al campo. No se puede vivir continuamente con dolor”, contó.
En ese sentido, Rafael Nadal manifestó que “no se sabe si descansar o los entrenamientos van mejor”, por lo que no puedo asegurar cómo llegará al Abierto de Francia. “No sé cómo estaré en unos días, voy a hablar con mi médico. No es un momento fácil para mí”, advirtió.
