Las autoridades suizas decidieron abrir el mes pasado un proceso criminal contra Gianni Infantino para investigar sus reuniones con el fiscal general, Michael Lauber. Ambos negaron haber cometido irregularidades.
«De acuerdo a la información disponible hasta la fecha, ningún aspecto de la conducta analizada constituye una violación de las regulaciones de la FIFA», dijo el organismo en un comunicado, destacando que recibió una queja el 21 de junio. «…algunos aspectos ni siquiera entran dentro de las provisiones del código de ética de la FIFA, ni justifican la adopción de ningún tipo de medida, incluida una suspensión provisional», agregó.
La FIFA había dicho con anterioridad que el fiscal especial suizo Stefan Keller, que abrió el proceso, «no presentó elementos serios ni una base legal para la apertura de una investigación y carece de detalles sobre la sustancia del caso».
La organización se vio implicada en el peor escándalo de corrupción de su historia en 2015, que condujo a la acusación de varias autoridades en Estados Unidos. Infantino fue elegido en 2016 para sustituir a Joseph Blatter, que fue sometido a un proceso criminal en 2015. Blatter fue apartado por el comité de ética, aunque las investigaciones siguen abiertas y no se han presentado acusaciones en su contra todavía. Al ser elegido, Infantino prometió limpiar la FIFA y volver a poner el foco en el fútbol.