Por Nicolás Greco
Salvo unas pocas alegrías, la delegación olímpica argentina regresó de París 2024 con sabor a poco. ¿Cómo se explica el progresivo deterioro del rendimiento de nuestros atletas en la máxima competencia internacional? La lucha de los atletas y el rol de la política.
La delegación argentina cerró su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con tres medallas: una de oro, una de plata y una de bronce. Parece poco, pero los representantes nacionales hacen milagros para meterse entre los mejores del mundo con un apoyo prácticamente nulo del Comité Olímpico Argentino y de la Secretaría de Deportes, que coadministran el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD).
En las últimas ediciones, Argentina cosechó cada vez menos medallas. Seis en Atenas 2004 y Beijing 2008 (dos de oro y cuatro de bronce en ambas ocasiones), cuatro en Londres 2012 (una de oro, una de plata y dos de bronce), cuatro en Río 2016 (tres de oro y una de plata) y tres en Tokio 2021 (ninguna de oro, una de plata y dos de bronce).
En París se repitió la cantidad de Tokio, con la dorada de José “Maligno” Torres en BMX Freestyle; la plateada de Mateo Majdalani y Eugenia Bosco en Nacra 17; y la de bronce de Las Leonas.
El análisis podría simplificarse en que en Argentina “falta talento” y que por eso “somos cada vez peores”, como se llegó a discutir en algunos medios y en las redes. Pero nada más lejano a la realidad.
MARCO POLÍTICO
En 2009 fue creado el ENARD, durante el Gobierno de Cristina Kirchner, con el objetivo de fomentar y desarrollar el deporte de alto rendimiento en el país. Hasta 2017, los recursos con los que se financiaba surgían de un cargo del 1% que se aplicaba en el abono que las empresas de telefonía celular les facturaban a sus usuarios. Esto fue establecido en la Ley 26.573. Pero a partir de 2018, ya con Mauricio Macri como presidente y con la sanción de la Ley 27.430, el financiamiento del ENARD pasó a depender del presupuesto general establecido por el Gobierno nacional.
Daniel Scioli y Diógenes de Urquiza (Foto: NA)
En los últimos años se vieron casos que desmienten aquel objetivo inicial del ENARD, y el más claro tal vez sea el que ocurrió en 2021, cuando la delegación argentina de atletismo fue informada de que el ente no iba a poder hacerse cargo del traslado para competir en el Campeonato Sudamericano de la disciplina en Guayaquil. Finalmente pudieron viajar, pero gracias al influencer Santiago Maratea, que hizo una colecta para juntar US$ 99.000 y pagarles un vuelo chárter.
Tal vez esto explique por qué la última vez que la Argentina consiguió una medalla en atletismo en los Juegos Olímpicos fue hace 72 años (plata para Reinaldo Gorno en maratón).
¿CUÁNTO LES PAGAN A LOS DEPORTISTAS ARGENTINOS?
Los deportistas argentinos que más se destacaron en sus disciplinas recibieron diferentes tipos de becas.
Existía la beca de Excelencia, para aquellos que hubieran ganado una medalla en Tokio 2021, que fue de $689.907; la de Proyección, para aquellos que tuvieran chances de conseguir un podio, y se les otorgaban $524.392; y, por último, las becas más bajas, para los clasificados “nominales” a los Juegos Olímpicos de París 2024, a quienes se les pagaron $300.729.
La historia de ‘Maligno’ Torres: el primer campeón argentino en BMX en los Juegos Olímpicos
Si se toma el valor del dólar blue, solo la beca para los que ganaron medallas en los Juegos de Tokio 2021 apenas superó los US$500, monto irrisorio frente a las becas que cobraron deportistas de nuestros vecinos sudamericanos como Ecuador (US$3.400), Chile (entre US$3.100 Y US$1.800) y Brasil (US$2.500).
Pese a que autoridades del ENARD, que actualmente dirige Diógenes de Urquiza, aseguran que la cantidad de becas se mantiene con respecto al año pasado, la judoca y medallista olímpica en Beijing 2008 y Río 2016, Paula Pareto, reveló en una entrevista para el programa “Rumbo a París” que tuvo que renunciar a la suya con el objetivo de ayudar a más deportistas de la Confederación Argentina de Judo.
A la “Peque”, que entrena a las selecciones Sub 13, 15 y 18, le pidieron desde la Secretaría de Deportes reducir la cantidad de becarios de 18 a 4.
Su histórica entrenadora, Laura Martinel, DT nacional en la Confederación Argentina de Judo, se lamentó por aquel momento que debió atravesar: “Se me puso en la difícil situación de realizar esta poda, que la verdad no estoy dispuesta a hacer, porque no me parece justo y porque pienso que es firmarle el acta de defunción a mi deporte”. Tanto Martinel como Pareto renunciaron a su beca..
El CENARD, UNA HISTORIA DE ABANDONO
Pese a la cantidad de dinero que ingresó en los últimos años (del cual ven muy poco los deportistas), el estado de abandono de las instalaciones del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), que es donde funciona el ENARD, es más que preocupante.
Según revelaron fuentes del ENARD a Newsweek Argentina, la estructura del Cenard “está falta de mantenimiento, las oficinas no tenían buena calefacción y refrigeración, hay goteras, falta de pintura y de manutención”.
El Sub-23 de Javier Mascherano no tuvo un buen papel y quedó eliminado ante Francia. (Foto NA: Juan Mabromata)
Incluso aseguran que durante la presidencia de Inés Arrondo en el ENARD, durante el mandato de Alberto Fernández, “se podrían haber generado inversiones para mejorar los espacios de trabajo”. Pero no ocurrió.
Según cuentan, “no hay agua caliente en los vestuarios, hay complicaciones en la caldera de la pileta que hace que muchos días no se pueda utilizar e incluso la cancha de hockey no tiene el césped que corresponde”.
En 2023 el Enard recibió fondos por unos $14.000 millones. En 2024 fueron casi $16.000 millones, pero con una inflación interanual del 211,4%. Esto significa que el ENARD, lejos de poder dar el esperado salto de calidad, deberá “hacer este dinero eficiente y que rinda”, según comentaron sus autoridades.
Esto explica, al menos en parte, por qué Argentina fracasó en París 2024 y obtuvo esta “baja” cantidad de medallas. Y también confirma que vivir del deporte en Argentina hoy parece una misión cada vez más imposible.
