Novak Djokovic selló este fin de semana su tercera derrota en el año. El serbio afrontó su tercer torneo del año, esta vez en su país, con la mira puesta en volver a alzar un título, pero no tuvo una buena presentación frente al ruso Andrey Rublev y cayó en la final con un contundente 2-6, 7-6 y 0-6.
Sin embargo, tras el partido, el número uno del mundo hizo una importante revelación que puso en alerta al mundo del tenis. En conferencia de prensa, advirtió que padece una enfermedad que lo afecta desde hace un tiempo.
A lo largo del encuentro con Rublev, dio muestras de cansancio, e incluso aprovechó cada descanso al máximo para usar toallas con hielo. “No se trata de coronavirus, no quiero dar más detalles, pero es algo que me afecta al metabolismo”, contó el 20 veces campeón de Grand Slam.
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“Es preocupante tener esa sensación en la pista. No me sentí cansado hasta el final del segundo set. El juego 5-4 fue un juego largo y fue entonces cuando comencé a no sentirme bien. También me pasó en Montecarlo”, aseguró Djokovic.
Al respecto de cómo vivió el último compromiso en Belgrado, advirtió que cree que su malestar “está relacionado con la enfermedad que he pasado, que fue algo duro físicamente y también en salud”.
Sin embargo, advirtió que “las cosas están progresando lenta pero seguramente” y que espera estar “en forma y listo para jugar al mejor de cinco sets” en Roland Garros, el primer Grand Slam del año al que espera acudir tras su ausencia en el Australian Open.
En lo que va del 2022, Djokovic disputó un total de ocho partidos, en los que obtuvo cinco victorias y tres derrotas, por lo que aún no pudo sumar ningún título. Su primera caída fue en el ATP 500 de Dubai frente a Jiri Vesely, y luego sumó una pronta despedida en el Masters 1000 de Montecarlo, al perder en la primera ronda con Alejandro Davidovich.
