En el marco del 73er Congreso de la FIFA, que se desarrolló este jueves en Kigali, la entidad global reeligió como presidente al italiano Gianni Infantino, quien encabezó una lista única, de manera que el acto fue tan solo una formalidad.
Durante su discurso, el directivo afirmó: “Es un honor y un privilegio increíbles, y una gran responsabilidad. Prometo seguir sirviendo a la FIFA y al fútbol de todo el mundo. A los que me quieren, y sé que son muchos, y a los que me odian… Los quiero a todos”.
La reelección se produce horas después de que se decidiera el nuevo formato para el Mundial de 2026, con un total de 48 equipos y 104 partidos, un Mundial femenino también con más plazas y un Mundial de Clubes de 32 equipos, lo que permitirá incrementar significativamente la recaudación por todo concepto.
De hecho, se validó un balance récord para el período 2019-2022, con más de US$ 7.500 millones, dejando las reservas de la entidad en unos US$ 4.000 millones, algo que él mismo se encargó de señalar en su discurso: «Los ingresos aumentaron hasta la cifra récord de US$ 7.500 millones en un periodo que se vio afectado por el COVID-19. Cuando llegué, las reservas de la FIFA rondaban los US$ 1.000 millones; hoy son de casi US$ 4.000 millones».
Ahora, para este segundo período Infantino prometió un nuevo récord, esta vez de US$ 11.000 millones en cuatro años, sin contar los ingresos que pueda generar el Mundial de Clubes en su nuevo formato. “Podría aumentar en un par de miles de millones más”, agregó.
Finalmente, y vinculado a esto, también se comprometió a seguir intensificando la transparencia, a través de diferentes herramientas. Una de ellas es profundizar controles sobre los fichajes de jugadores, que hoy han superado los 100 millones de euros, pero otra es evaluar un tope salarial. “Tenemos que pensar cómo podemos hacerlo. Lo estudiaremos con todas las partes interesadas y veremos qué podemos hacer”, anticipó.
(Con información de Reuters)