Luego de la deportación de Novak Djokovic antes del Abierto de Australia de 2022 por negarse a vacunarse contra el Covid, el tenista y su padre protagonizaron un enfrentamiento judicial y mediático con el Gobierno local. En ese momento, el padre del deportista, Srdjan Djokovic, actuó como vocero y utilizó términos muy duros para referirse al país y sus gobernantes.
Levantado el veto en 2023, Novak pudo volver para competir en Adelaida y luego en el primer Grand Slam del año. De hecho, ya está en la semifinal, tras vencer al ruso Andrey Rublev por una aplastante diferencia.
Pero su retorno no estuvo exento de polémicas. En el primer partido se fue al baño en medio del encuentro sin haber pedido permiso, y más tarde criticó a los organizadores por poner en duda que esté sufriendo algún tipo de lesión.
Ahora, quien ha dado que hablar fue su padre, quien ha visto en las redes sociales posando junto a aficionados que portaban banderas de Rusia con el rostro de Vladimir Putin, luego de la victoria ante Rublev. Los cuatro aficionados fueron incluso interrogados por la policía, por portar “banderas y símbolos inapropiados”.
Ese partido en particular fue complejo en este aspecto. Durante el juego, las cámaras mostraron a un espectador portando otra bandera con la cara de Putin. Y otro portaba una remera con una “Z”, letra que identifica a los vehículos rusos en la guerra.
Vale recordar que tanto las banderas rusas como bielorrusas están prohibidas por los organizadores, luego de un reclamo del embajador de Ucrania en el país. Y los atletas de esos países también, salvo que participen individualmente, sin representación nacional, como es el caso de Rublev.
Tras estos hechos, Tennis Australia emitió este jueves un comunicado en el que afirma: «Los jugadores y sus equipos han sido informados y recordados de las reglas del evento respecto a banderas y símbolos y para evitar cualquier situación que tenga el potencial de perturbar. Seguimos trabajando estrechamente con la seguridad del evento y las fuerzas del orden».
