Luego de la coronación del Real Madrid, la FIFA anunció que Arabia Saudita será la sede del próximo Mundial de Clubes 2023, una decisión que puso nuevamente en el ojo de la polémica a la entidad.
En la última reunión del Consejo de la FIFA, el organismo comandado por Gianni Infantino confirmó que el país de Medio Oriente será el organizador de la próxima edición del torneo intercontinental de club.
Según informaron, la competencia se llevará a cabo del 12 al 22 de diciembre de este año, con el formato actual de siete clubes: el campeón de cada continente más el ganador de la liga del país anfitrión.
Sin embargo, esto puso nuevamente a la FIFA bajo la lupa por parte de Amnistía Internacional, que cuestionó que hizo “caso omiso” del “atroz historial en materia de derechos humanos” de Arabia Saudita.
“Inmediatamente después de elegir al sitio web turístico Visit Saudi patrocinador de la Copa Mundial femenina, la FIFA ha anunciado que este país acogerá la Copa Mundial de Clubes sin tener en cuenta la libertad de expresión, la discriminación o los derechos de trabajadores y trabajadoras”, expresó Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de la ONG.
La entidad manifestó que el órgano rector del fútbol internacional “pasa por alto una vez más su propia política en materia de derechos humanos y se convierte en cómplice de un flagrante lavado de imagen a través del deporte”.
Amnistía Internacional señaló que en los últimos meses se intensificó la “brutal represión de la libertad de expresión” por parte de las autoridades saudíes, que condenaron a personas a penar de entre 10 y 45 años de prisión “simplemente por expresarse pacíficamente en internet”.
También mencionaron las ejecuciones “por una amplia diversidad de delitos”. “El año pasado, en un solo día fueron ejecutadas 81 personas, muchas de ellas tras juicios flagrantemente injustos”, agregó Cockburn.