Como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania y de las sanciones europeas, el empresario ruso Román Abramovich, vinculado a Vladimir Putin, tuvo que poner obligatoriamente en venta el Chelsea, equipo que de la Premier League de Inglaterra.
Pero el plazo para concretar la operación vence el 31 de mayo, y si el magnate no logra encontrar un comprador, el conjunto podría se excluido tanto de la liga local como de las competiciones europeas.
A la fecha ha habido varias ofertas, pero todas lejanas a la cifra pretendida por el propietario, excepto la de Todd Boehly, accionista de Los Ángeles Lakers y Los Ángeles Dodgers, en torno a los US$ 4.000 millones. Pero la prensa inglesa informó que las negociaciones finalmente fracasaron porque el millonario ruso reclamaba además una deuda de 1.600 millones de libras que la institución tendría con él.
El problema es que esa deuda sería a través de la empresa Camberley International Investment, y el Gobierno británico teme que esos fondos puedan ser destinados a financiar la invasión rusa a Ucrania.
Abramovich se hizo cargo del Chelsea en 2003 a cambio de 200 millones de libras y, a partir de ese momento, el club tuvo un franco ascenso. En ese tiempo logró varios títulos de la Premier League y dos Champions League, la última en 2021.