Cómo se construye un ícono no lo sabemos, pero en este caso todo comenzó en la isla española de Mallorca hace 33 años. Allí nació Rafael Nadal, en 1986, dentro de una familia aficionada al deporte que lo llevó por el camino del éxito. En la difícil elección entre tenis y fútbol (sí, era un crack con los pies también), el pequeño Rafa se inclinó hacia la raqueta y fue su tío Antonio quien lo encaminó hasta convertirse en su entrenador y representante. A temprana edad, se vio obligado a abandonar sus estudios para dedicarse en exclusiva al deporte que pronto se volvería su profesión. Ingresó a la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) en 2001, con solo 15 años, y al año siguiente debutó profesionalmente en el Open de Mallorca y vivió su primera victoria en las canchas. Desde ese entonces, no paró. A pesar de que no fue un camino fácil (mucha dedicación y esfuerzo son necesarios), la unión a su familia, su país y sus raíces lo ayudaron a mantener los pies en la tierra y la frente en alto.

Una vida de éxitos
Empezó rompiendo récords cuando se convirtió en el primer español en entrar al top ten con tan solo 19 años. Luego, se posicionó como el único jugador en la historia en ganar 12 torneos French Open. Hoy, gracias a su última victoria en el US Open 2019, Rafael Nadal se corona campeón de 19 torneos Grand Slam, más cerca que nunca de su histórico rival, Roger Federer (con un récord de 20 títulos individuales). Este triunfo no fue uno más: dijo que fue una de las noches más emocionantes de su vida.
Junto con Novak Djokovic, Nadal y Federer forman parte del Big 3: los tres jefes indiscutidos del tenis que, de los últimos 66 Grand Slams, ganaron 55. A pesar de ser una generación de veteranos (en comparación con las jóvenes promesas del tenis), estos treintañeros son leyendas y, al menos por ahora, no dan tregua a los tenistas más novatos. Claro que tener más de 30 en este deporte no es un detalle menor; cada lesión amenaza el futuro de su carrera y las rutinas de preparación deben ser más meticulosas que nunca. Pero la incertidumbre de no saber si cada victoria será la última oportunidad le enseñó a Rafa a disfrutar y aprovechar al máximo los torneos que le quedan, y estos últimos meses sin lesiones son una buena señal para la carrera de Nadal.Aliados, dentro y fuera de la cancha
¿Sabías que Nadal es el único tenista que usa reloj durante los partidos y entrenamientos? Es cierto, antes se negaba a usar cualquier cosa que lo incomodara o que pudiera significar un peso a su drive, pero la reunión cara a cara con Richard Mille dio sus frutos (además de que una charla con el Rey Juan Carlos, gran coleccionista de relojes, lo terminó de convencer). Juntos, la relojera y el tenista crearon un reloj que se destaca por su ligereza y es prácticamente indestructible, ya que resiste movimientos bruscos, golpes y rayados (100 % apto tenistas). El modelo fue cambiando con los años, pero mantuvo su esencia: un ícono de España y de su jugador estrella. Actualmente, luce en su muñeca un reloj que ostenta los colores de la bandera española y los cuernos de un toro, símbolo de su país natal.Antes se negaba a usar reloj y hoy no puede jugar sin él, ya es parte de su equipo. Pero ser pionero vino con un costo: los relojes hechos a medida por Richard Mille valen €800.000, son de edición limitada y a Nadal se lo han robado no una sino ¡dos veces! La primera vez en 2010 mientras disputaba el Masters 1.000 de Toronto, Canadá, y luego en París durante el Roland Garros de 2012, cuando le sacaron el reloj de su habitación de hotel. Igualmente, a Rafa nada lo frena y sigue usando su lucky charm en cada partido. Porque algo que Nadal sabe es nunca rendirse, ¿no?
Fotos gentileza Richard Mille
GENTILEZA: REVISTA MUSTIQUE