Cada vez falta menos para el Mundial de Qatar y millones de personas en todo el mundo ansían vivir la gran fiesta del fútbol. Sin embargo, para muchos viajar hasta dicho país podría ser un riesgo, debido a las duras penas que podrían afrontar debido a las leyes que rigen allí.
En las últimas horas, Nasser Al-Khater, portavoz de la Copa del Mundo, anunció que las autoridades impusieron nuevas restricciones a las personas que asistan, ya que quienes porten banderas LGBTIQ+ podrán sufrir penas de prisión.
“Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, expresó el vocero.
Este anuncio no fue bien recibido por la comunidad global, sobre todo porque se revela justo en el Día Internacional del Orgullo. Esta medida se suma a otras que se oficializaron en las últimas semanas, que también imponen penas de prisión.
Una de ellas impide que las personas del mismo sexo tengan muestras de afecto entre sí, a la vez que tampoco se permitirán las relaciones sexuales fuera del matrimonio. “Somos un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, explicaron las autoridades de Qatar.
De esta forma, quienes no cumplan con estas medidas podrían afrontar un largo tiempo en la cárcel. Los reclamos se hicieron sentir en todo el mundo, por considerar que estas sanciones “atrasan” en materia de derechos humanos, especialmente de las personas de la comunidad LGBT+, pero desde el país fueron contundentes al respecto. “El sexo está muy fuera del menú, a menos que vengas como un equipo de marido y mujer. Definitivamente no habrá aventuras de una noche en el Mundial. No habrá fiestas. Todos y todas deben mantener la cabeza fría, a menos que quieran arriesgarse a quedarse atrapados en prisión”, expresaron, según el diario Daily Star.