Ya pasaron cerca de tres meses desde que culminó el Mundial de Qatar 2022, pero los jugadores aún sienten los efectos. Un reciente informe reveló las consecuencias físicas y mentales que dejó la competencia, cuyos resultados preocupan al mundo del fútbol.
FIFPRO, el gremio que representa a 65.000 futbolistas de todo el mundo, hizo un estudio en el que dio cuenta del impacto que dejó la carga de trabajo en última Copa del Mundo, debido a la exigencia física que supuso para los deportistas.
Qatar 2022 marcó varios hitos en la historia de los mundiales, siendo uno de ellos que fue el primero que se realizó durante el invierno boreal. Además, tuvo un calendario comprimido, ya que se disputaron 64 partidos jugados en apenas 29 días.
El informe de FIFPRO dio cuenta de las consecuencias que esto trajo: el 44% de los jugadores aseguró sentir una física extrema o mayor a lo habitual; mientras que el 43% afirmó tener niveles mayores o extremadamente altos de fatiga mental y emocional.
FALTA DE TIEMPO DE PREPARACIÓN
Uno de los puntos que resalta el estudio es la reducción de tiempo que tuvieron gran parte de los combinados nacionales de prepararse para el Mundial. Si bien habitualmente en las ediciones anteriores tenían una media de 31 días, para 2022 ese lapso se redujo a una media de 7 días.
“La mayoría de los jugadores llegaron a Qatar solo unos días antes del torneo y se esperaba que rindieran al máximo después de un período exigente física y mentalmente de partidos de clubes en sus ligas nacionales y competiciones continentales”, expresaron.
Al respecto, el 75% de los jugadores señalaron que tuvieron un tiempo inadecuado para prepararse para el torneo. Además, un 68% de los jugadores que llegaron a las instancias finales tuvieron menos de dos semanas de trabajo previo con su selección.
Por otro lado, el informe también reveló que, tras el Mundial de Qatar 2022, los jugadores tuvieron una media de 8 días de descanso previo a volver a competir en su club. La reducción fue drástica: en otras ediciones, el promedio de recuperación fue de 37 días.
Debido a esto, el 64% de los jugadores remarcó que prefiere que la Copa del Mundo se celebre en junio o julio. Esto se debe a que coincidirá con el final de las competencias, que se da en el verano boreal. Además, el 86% aseguró que desea al menos 14 días de preparación previa al torneo; y el 63% tener un mínimo de 14 días de recuperación posterior.
CALENDARIO CONGESTIONADO
En lo que respecta al acortado calendario, FIFPRO remarca que Qatar 2022 trajo “desafíos de carga de trabajo nunca antes vistos”. “Los jugadores en la parte superior del juego fueron llevados a sus límites, ya que muchos de ellos experimentaron un aumento alarmante en su ya pesada carga de trabajo”, agregó.
Argentina fue uno de los seleccionados más afectados en este punto. Si bien el haber jugado más partido y ser campeón trae un mayor desgaste, en el caso del equipo de Lionel Scaloni acumularon más minutos que los otro cuatro finalistas, porque “jugar tiempo extra en múltiples ocasiones”.
De hecho, el estudio da cuenta que el combinado albiceleste tuvo menos de tres días de descanso entre el último partido de la fase de grupos y su encuentro frente a Australia por los octavos de final.
En lo que respecta a los jugadores, el informe hizo ranking con los 20 jugadores con más minutos jugados entre el 1° de agosto y el 1° de enero, que cuenta con la presencia de tres argentinos.
Nicolás Otamendi, defensor de Argentina y el Benfica, es quien lo lidera: entre 2022 y 2023, disputó 3.266 minutos en total, de los cuales 796 fueron en la Copa del Mundo. Además, tuvo solo 12 días de recuperación entre que disputó la final de Qatar 2022 y volvió a jugar con el club portugués.
El segundo lugar del ranking es para Enzo Fernández, con un total de 2.994 minutos; y el top 3 lo completa el inglés Harry Kane, con 2.943. Lionel Messi figura en el puesto 11, con 2.656 minutos totales y 796 solo en el Mundial.
EL TIEMPO EXTRA AGREGADO
Durante el Mundial de Qatar 2022, los árbitros recibieron una instrucción precisa: cada minuto de juego que se perdía en el partido, debía agregarse al final de cada partido para completar los 90 minutos netos.
Esto trajo como consecuencia que haya partidos con una excesiva cantidad de minutos extras, haciendo que muchos encuentros lleguen a durar más de 100 minutos. El caso más extremo fue Inglaterra – Irán, que tuvo 24 minutos agregados entre el primer y segundo tiempo.
FIFPRO criticó esta medida, ya que estos números reflejaron un aumento notorio con respecto a ediciones anteriores. Mientras que en Rusia 2018 se adicionaban una media de 7,3 minutos, en este Mundial la media fue de 11,6 minutos.
Al respecto, remarcaron que, si se aplica esta cantidad de minutos en los partidos de todas las competencias, tal como lo estipularon recientemente la FIFA y la IFAB, los futbolistas habrían disputado tres partidos completos más por temporada.
Si bien el 53% de los jugadores admitió que le gustó esta nueva norma, marcaron un énfasis en que solo la aceptarían si se toma en cuenta un tiempo de preparación adecuado para soportar el mayor desgaste.