Los incendios forestales en la Amazonia de Brasil se incrementaron un 7,9% en julio, en comparación al mismo mes del año pasado. De esta manera, hubo 5.373 focos de incendio mientras que en 2021, la cifra se ubicó en 4.977.
El dato fue brindado por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) brasileño, que remarcó que los incendios forestales en el «pulmón del mundo» se duplicaron en sólo 30 días. En ese sentido, indicó que en junio se contabilizaron 2.562 focos en la selva amazónica.
Además, la entidad detalló que en lo que transcurrió de 2022 se registró un 13,5% más de incendios en relación con los primeros siete meses del año anterior. Es así como en el año en en curso ya se detectaron 12.906 focos cuando en 2021, ese número fue 11.364.
Por lo tanto, las cifras que se contabilizaron este año son parecidas al gran incendio que tuvo lugar en el 2020, que provocó alrededor de 7.000 focos de fuego en la selva tropical. Otra comparación, según la información de la agencia Reuters, es que la cantidad de superficie que perdió la Amazonias de Brasil, durante los primeros seis meses de este año, es cinco veces mayor a la superficie de la ciudad de Nueva York.
En esa línea, precisó que en el lapso de enero a junio se talaron 3.988 km2 en la región brasilera, esa cifra implica una suba del 10,6% en relación a los mismos meses de 2021. Además, la destrucción creció 5,5% durante junio, hasta alcanzar los 1.120 kilómetros cuadrados, lo cual también significa un récord para ese mes.
LA ALERTA DE GREENPEACE
«Este es sólo el inicio del verano amazónico, la estación con menos lluvias y humedad en la que lamentablemente se dispara la práctica de quemas e incendios forestales criminales», explicó Rómulo Batista, portavoz de Greenpeace en el Amazonas y añadió que «estamos en el inicio de la estación con menos lluvias y humedad en la región, en donde, infelizmente, la práctica de incendios forestales usualmente alta, bien sea para quemar áreas que fueron devastadas recientemente o para quemar residuos de bosques que ya fueron degradados por la tala ilegal».
Um Brasil com floresta em pé, respeito aos povos indígenas e comunidades tradicionais, biodiversidade e espaço – muito espaço – para que a sociedade erga sua voz é possível! E tem muita gente lutando por isso. #AmazôniaQPrecisamos https://t.co/m5UVImKdDw
— Greenpeace Brasil (@GreenpeaceBR) June 20, 2022
En la misma línea, Manoela Machado, investigadora de fuegos forestales y deforestación de la Universidad de Oxford, le advirtió a Reuters que «la creciente deforestación de este año también está alimentando unos niveles de incendios inusualmente altos, que probablemente empeorarán en los próximos meses» y agregó que «si tenemos cifras elevadas de deforestación, es inevitable que también tengamos cifras elevadas de incendios», lo cual afirmó que «es una muy mala noticia».
El RECLAMO A BOLSONARO
Greenpeace también remarcó que se trata de un problema que perjudica la biodiversidad de la selva y «afecta la salud de la población local debido al humo y al hollín que genera». Para concluir, las organizaciones, que defienden el medio ambiente, apuntaron contra el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro por «fomentar la deforestación al defender la minería y la agricultura en la Amazonia».
Acerca de la postura del Gobierno frente a estas exigencias, Reuters sostuvo que ni la oficina de Bolsonaro como tampoco el Ministerio de Medio Ambiente se pronunciaron al respecto.