El medioambiente argentino se encuentra en un estado de máxima alerta, y no sólo por los graves incendios en la zona del Delta del Paraná, que ya destruyeron casi 100.000 hectáreas de humedales.
Un estudio reveló que en los últimos 12 meses el país generó un total de 10 millones de toneladas de residuos peligrosos, no peligrosos y patogénicos, los cuales, además, no reciben el adecuado tratamiento.
La investigación fue realizada por el Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidad de Rosario y la Universidad Buenos Aires, que por primera vez realizó un relevamiento de 12 meses sobre la producción y tratamiento de esos residuos en todo el territorio nacional.
Para ello, se toman como referencia 47 plantas operativas de tratamiento de residuos distribuidas las áreas de influencia de las dos cámaras empresarias del sector: la CAITPA y la CATRIES. Realizado de manera sostenida en los próximos años, permitirá establecer parámetro comparativos para evidenciar la evolución de la generación de basura y su correspondiente tratamiento.
Según lo explica, este índice será clave, ya que actualmente no existen cifras oficiales en el país: el Ministerio de Ambiente, hoy liderado por Juan Cabandié, no cuenta con ningún indicador en la materia.
NÚMEROS QUE PREOCUPAN
Entonces, ¿qué datos surgen del estudio del Observatorio de Residuos Peligrosos? El primero y más preocupante de ellos es que se han producido en Argentina 11.252.166 toneladas de residuos peligrosos, no peligrosos y patogénicos, y sólo se trató un 9,6%, es decir, 1.012.694 millones de toneladas.
Pero además, existe otro dato que parece ralentizar la llegada de un futuro más promisorio en materia de tratamiento: apenas el 8% de las empresas lo realiza de manera eficiente.
Al respecto, Claudia Kalinec, presidenta de CATRIES, afirmó: “Hace un año que objetivamente sabemos que la cantidad de residuos que se trata ronda solo el 10%. La situación nos genera mucha preocupación porque las consecuencias por la contaminación que esto genera las estamos viendo todos los días y cada vez son más graves”.
En tanto, Gustavo Solari, titular de CAITPA, detalló: “Hay empresas que cumplen con la ley y tratan adecuadamente los residuos pero, como muestra el estudio, son la minoría. Necesitamos un mayor cumplimiento de la ley y, sobre todo, una mayor conciencia ambiental por parte de las empresas generadoras”.
Finalmente, el observatorio concluyó que el 90% de los residuos que se generan en el país se vuelcan de manera ilegal. A través de un comunicado, sostienen: “Esto se convierte en pasivo ambiental para la sociedad que tarde o temprano lo termina pagando de diversas formas, ya sea con calidad de vida, con salud o con sus impuestos para remediarlos. Resulta incomprensible que en este contexto esta situación no sea prioridad en la agenda política”.
