Se trata de una especie estrechamente relacionada con los esturiones, autóctono del río chino Yangtsé. El pez espátula chino alcanzaba siete metros de largo, pero desde 2003 que ya no se observa ningún ejemplar.
Ahora fue declarado oficialmente extinto por la organización global que monitorea especies en peligro de extinción. Un informe del 21 de julio del Grupo de especialistas en esturiones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN SSG) confirmó que este pez de agua dulce fue avistado por última vez en la naturaleza en 2003.
La especie había estado protegido en China desde la década de 1980, debido a una disminución de la población después de la década de 1970 provocada por una pesca sin control y la fragmentación de su hábitat. También se cree que la construcción de la presa de Gezhouba, en 1981, fue uno de los principales impulsores de su desaparición prematura.
Un estudio de 2019 publicado en la revista Science of the Total Environment informó que el pez espátula chino estaba extinto, pero este nuevo informe SSG de la UICN se presenta como la declaración oficial de la desaparición final de la especie nativa del río Yangtze.
Se cree que el pez antiguo y sus parientes cercanos han existido durante al menos 200 millones de años, desde el período Jurásico Inferior.
«Esto habla de la humanidad. Cuando una especie que sobrevivió a los dinosaurios es empujada al borde de la extinción por humanos que, en comparación, han existido por un mero instante en el tiempo», dijo Beate Striebel-Greiter, quien lidera el estudio mundial del esturión.
Además del anuncio de la extinción del pez espátula chino, el informe confirma la extinción del esturión del Yangtze en estado salvaje y la extinción del esturión de barco en el río Danubio.
El informe llama a la acción para evitar una mayor extinción de otras especies de esturiones. «Hacemos un llamado a los países para que dejen de hacer la vista gorda ante la extinción del esturión e implementen las soluciones que saben que pueden ayudar a salvar estas especies icónicas«, dijo Striebel-Greiter. «Tenemos una opción: ríos prósperos y saludables que nutren y sostienen a las comunidades de todo el mundo o apegarnos a las políticas fallidas de hoy, dejándonos con ríos vacíos que no benefician ni a las personas ni a la naturaleza».
Publicado en colaboración con Newsweek Internacional