Reducir los plásticos de un solo uso posiblemente sea uno de los mayores desafíos ambientales a los que nos enfrentamos. Se estima que un 91% del plástico no se recicla y la mayor parte termina en el océano o en un relleno sanitario. Sí, las estadísticas son alarmantes. Muchas personas tienen en cuenta esta situación en su día a día, pero aún falta un fuerte trabajo de concientización para que todos tomemos más medidas para reducir o eliminar los plásticos descartables de sus costumbres. Todos sabemos el daño que genera el plástico en nuestro ambiente natural, entonces es hora de alzar la voz y que cada uno de nosotros aportemos nuestro granito de arena.
Mientras el gobierno británico anunció sus planes para prohibir los cubiertos de plástico descartable como parte de un gran proyecto de ley que tiene como objetivo reducir la basura y atacar la contaminación plástica; India también comunicó medidas para cortar el descarte plástico para 2020 como, por ejemplo, la prohibición del uso de hisopos, poliestireno para decoración y palitos de globos, entre otros. Definitivamente no es una tarea fácil, pero es necesario repensar y rediseñar nuestros hábitos y, para ello, la empresa social Unplastify lanzó una campaña mundial titulada “A limpiar el mundo”. Esta iniciativa se creó con el fin de inspirar y dar poder a comunidades para que “limpien, reparen y conserven su medio ambiente” a través de la relación humana con el plástico.
¿Es posible un mundo desplastificado? No solo es posible, sino que también es necesario. El verbo “desplastificar” hace referencia a la acción progresiva de minimizar el uso de plásticos descartables de manera sistemática a través del re-diseño de hábitos, operaciones y normas.
Desde la organización social explican que “el problema no es el material sino su uso y abuso”, pues nuestra relación con los desechos está causando estragos en el ambiente natural.
También sostienen que el reciclaje no es la solución, la clave está en la prevención inspirando hábitos sostenibles, producción responsable y promoviendo una nueva cultura. Un mundo en el que utilicemos plástico solamente en productos duraderos, en el que no se use un material indestructible de manera descartable, y en el que se tengan en cuenta las externalidades negativas como un costo real.
El trabajo de Unplastify es noble. A través de desafíos educativos inspiran y guían a jóvenes a aprender, implementando estrategias para desplastificar sus comunidades. También trabajan junto a organizaciones, empresas y gobiernos con el objetivo de concientizar y, en estas activaciones, buscan conectar desde lo emocional con el problema, reflexionar sobre esta relación fuera de control, e inspirar a involucrarse en el cambio positivo. En este proceso hacen hincapié en la investigación para poder brindar información y así entender el problema desde la ciencia, generar conocimiento para contribuir al saber, y apoyar decisiones informadas.
Según National Geographic, en los próximos 10 años, los desechos que fluyen por las vías fluviales y, finalmente terminan en los océanos, alcanzarán los 22 millones de toneladas y es posible que lleguen a los 58 millones de toneladas anuales. El escenario es complejo, pero aún se pueden implementar soluciones para reducir el descarte plástico. Se necesita un cambio radical y eso depende solo de nosotros mismos.