La dependencia del gas ruso por parte de la Unión Europea tras la invasión a Ucrania sufrió un quiebre. Para reducirla se aceleró el interés por una transición verde impulsando como alternativa el desarrolló de energías renovables. La Unión Europea quiere que el bloque sustituya por completo de los combustibles fósiles de Putin en 2027. Para ello, las energías eólica y solar emergen como la alternativa prioritaria
Dinamarca construye los dos mayores parques eólicos marinos del mundo para escapar de su dependencia de la energía rusa.
Fue el 22 de junio del 2020 cuando el parlamento danés aprobó la construcción de esta “isla de energía eólica” en el mar del norte que, según fuentes del gobierno, tendrá un costa de 34 mil millones de dólares. El proveedor danés de gas y electricidad, Energinet, ganó la licitación y hoy es el responsable de llevar adelante esta obra de ingeniería. Dicha isla energética consta de dos parques eólicos, uno tiene su sede en el Mar del Norte y suministrará 3 GW de energía y 10 GW a más largo plazo, mientras que el otro parque se ubica en el Mar Báltico generará 2 GW.
Originalmente, los parques eólicos debían estar operativos en 2030. Sin embargo, en medio de la invasión rusa de Ucrania, los planes se aceleraron como parte del objetivo más amplio del país de reemplazar los combustibles fósiles con energía renovable.
Dan Jørgensen, miembro del Ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos danés, dijo que Dinamarca “ debe liberarse de los combustibles fósiles rusos lo más rápido posible» y para lograrlo debe aumentar las opciones de energía renovable.
Mientras que el asesor de comunicaciones energéticas Paddy Blewer, quien trabajó en la industria energética durante 20 años, afirmó que “Dinamarca tiene mucha suerte porque es un país pequeño con grandes vientos predominantes y una población pequeña, con necesidades industriales limitadas de gas». Y agregó que «esto significa que es más fácil reemplazarlo con otras fuentes, idealmente, que sean renovables, especialmente en una pequeña península que se adentra en el mar, ya que hay grandes vientos».
Actualmente, el país nórdico tiene un 15,8% de dependencia de la energía rusa, según la AIE (International Energy Agency). Su dependencia disminuyó a lo largo de los años, y el país ya es pionero en la agricultura eólica representando casi la mitad de su generación total de electricidad, con un 48,6%.
Publicado en cooperación con Newsweek