Mañana, como cada 18 de octubre desde 1972, se celebra el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza con el objetivo de promover la responsabilidad ambiental, asegurando de forma constante lo que la naturaleza nos ofrece, dentro de los que se incluyen los bienes naturales, los servicios ecosistémicos, la diversidad paisajística, entre otros aspectos.
La protección de la Naturaleza, de los ecosistemas y de la biodiversidad que habita en ellos, es responsabilidad de todos los seres humanos. Hoy, casi 50 años después, sigue siendo imprescindible aprovechar esta fecha para generar conciencia sobre la importancia de cuidar el único planeta que tenemos, la Tierra.
Para ello es imprescindible que las instituciones implementen nuevas políticas y leyes ambientales que permitan regular el uso de los recursos naturales, ejecuten la evaluación y los estudios de impacto ambiental en los proyectos y actividades de desarrollo del país y promuevan el saneamiento ambiental para mantener los ecosistemas saludables.
Si bien los problemas actuales demuestran que desde aquella década del 70 hasta la actualidad se ha abusado sistemáticamente de la capacidad del planeta para abastecernos, hay buenas noticias. Cada vez son más las personas y las empresas que se hacen eco de esta necesidad de cuidar el ambiente, por lo que todavía estamos a tiempo de tomar las medidas oportunas para construir un futuro basado en el consumo sostenible de los recursos naturales.
Dado a que los problemas ambientales son complejos, las soluciones no son únicas y requieren de múltiples abordajes y de un profundo entendimiento de las culturas locales para obtener un desarrollo sin afectar la naturaleza.
A continuación, algunas sugerencias propuestas por las Naciones Unidas para lograr un mundo más sustentable:
• Educación ambiental: educar a los más chicos en el cuidado del ambiente es una de las bases para hacer posible el cambio que necesitamos. Después de todo, son ellos los que herederán el planeta, y es necesario que aprendan a respetarlo.
• Economías regionales: apoyar los emprendimientos regionales, puesto que la sobre explotación de los recursos viene muchas veces dado por los altos costos de traslado de mercadería.
• Reducir, reutilizar, reciclar: la tres R son la base de la protección de la naturaleza y el ambiente: reducir, reutilizar y reciclar. Empezar a tomar conciencia de las consecuencias del consumo desmedido y reducirlo en la propia vida es el primer paso para un verdadero cambio.
• Utilizar fuentes energéticas renovables
• Hacerle mantenimiento regular al automóvil o cambiarlo por uno que use biocombustibles o energía eléctrica solar.
• Construir urbanismos de techos verdes
• Generar composta orgánica en nuestros hogares para reducir la basura en las ciudades
• Llevar bolsas de compras ecológicas
• Reducir nuestra huella de carbono
El esfuerzo individual suma, pero no alcanza. Para hacer que la protección de la naturaleza sea un hecho, es necesario que los individuos, los gobiernos y las empresas sumen sus esfuerzos para hacer un cambio real.