El agua de lluvia ya no es potable en ningún lugar del mundo, según un informe elaborado por investigadores de la ciudad de Estocolmo, Suecia, y dado a conocer por la revista de ciencias Environmental Science & Technology, que explicó que esto se debe a la cantidad de sustancias tóxicas.
El estudio explicó que «según las últimas directrices estadounidenses sobre el PFOA en el agua potable, el agua de lluvia de todo el mundo se consideraría insegura para beber» y precisó que «aunque en el mundo industrializado no solemos beber agua de lluvia, mucha gente del planeta espera que sea segura para beber y abastece a muchas de nuestras fuentes de agua potable».
Los investigadores aseguraron que el número de estos componentes tóxicos se encuentra por encima del que el planeta puede soportar y se propagaron por toda la atmosfera.
En ese punto detallaron que están presentes en los envases de los alimentos, los productos textiles, las pinturas, las cajas en las que vienen las pizzas, el material de limpieza y hasta en la espuma para apagar los incendios. También en las alfombras, en el revestimiento antiadherente de ollas y sartenes y en ciertos shampoos y maquillajes.
Sobre sus consecuencias, la agencia española de Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) dialogó con el diario Página 12 y aseveró que estas sustancias pueden provocar cáncer, dificultades en el aprendizaje y accionar de los chicos, infertilidad, problemas en el embarazo, suba del colesterol y problemáticas en el sistema inmunitario.
Frente a ese panorama, acorde con la agencia de noticias Télam, información que data desde el 2010 evidencia que «incluso en la Antártida o la meseta tibetana, los niveles de químicos perpetuos en el agua de lluvia están por encima de las pautas de agua potable que propuso la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos».
