Las ardillas cuentan con una característica desconocida por la mayoría y consiste en que todos los años plantan millones de árboles de forma accidental al olvidar dónde escondieron sus nueces. Es así como por alrededor de 200 años, estos animales sembraron árboles sin saberlo, en especial en lugares en los que habita muy poca gente.
Lo que ocurre es que para guardar sus alimentos, entierran sus semillas, pero luego no recuerdan el lugar en el que las dejaron y es ese alimento el que permite que nazcan nuevos árboles.
#DatoDiscovery Gracias a las ardillas cada año crecen cientos de árboles porque olvidan donde enterraron sus nueces pic.twitter.com/6hHAE4kbVq
— 🌎 Discovery Channel (@DiscoveryLA) September 25, 2014
Entre los beneficios, los árboles mejoran la calidad del aire, debido a que, lo purifican, además de generar oxígeno. A su vez, contribuyen al desarrollo de nuevos suelos fértiles, evitan la erosión, ayudan a que los ríos estén limpios, consiguen agua para los acuíferos, son utilizados por los animales para protegerse, disminuyen la temperatura del suelo y contribuyen a la regeneración de los nutrientes que lo componen.