En colaboración con Bioguía
La huella ecológica es un indicador de sustentabilidad complejo que analiza el impacto del estilo de vida en el medio ambiente, las acciones y decisiones de consumo. Es una forma de magnificar la huella que dejamos en el ambiente con nuestro estilo de vida.
Hacer que cada paso que damos, cuente para construir un mundo mejor para todos. De eso se trata hablar de la huella ecológica: conocer su magnitud y tomar acciones para hacernos cargo de la forma en que vivimos. Claramente con pequeños actos individuales no alcanza, pero ayuda, aunque sabemos, la salida siempre es colectiva.
La huella ecológica es una métrica nos permite conocer cuánta naturaleza tenemos y cuánta usamos. Mide el impacto de un estilo de vida y consumo, en comparación con la biocapacidad del planeta y lo hace tanto por individuo, como por país, ciudad, región…
Es una herramienta interesante que ayuda a los países a pensar políticas en términos de bienestar social y sustentabilidad, a los líderes locales a exigir políticas públicas al respecto y a los individuos a conocerla y tomar conciencia del impacto que producen.
Sin embargo, como se trata de un indicador complejo que tiene muchas variables, es difícil de medir. Por eso su efecto, más que cuantitativo y preciso es simbólico, comparativo.
La huella ecológica tiene el valor didáctico de mostrar que la forma de vida de los países con mayor nivel de consumo, no es extensible a todo el mundo, porque no es sustentable. Una economía global sostenible exige un cambio en los estilos de vida y los tipos de energía que se consumen. El planeta no alcanza para todos en una sociedad de consumo como la actual.
¿CÓMO SE CALCULA LA HUELLA ECOLÓGICA?
La huella ecológica tiene en cuenta el territorio natural necesario para producir los recursos utilizados en comparación con la biocapacidad del planeta. Pero, ¿cómo se mide esto?
Si bien es cierto que es difícil de cuantificar, existen varios métodos para analizar los recursos que una persona consume y los residuos que produce. La huella ecológica y la biocapacidad se expresan en hectáreas globales por habitante y por año. Si una región excede su biocapacidad, esa región sufre un déficit ecológico.
Para calcular esto tiene en cuenta algunas variables importantes:
• La cantidad de territorio utilizado para construir hogares, oficinas e infraestructura urbana.
• Superficie que se utiliza para cultivar alimentos y fibras para la ropa.
• El territorio necesario para la pastura del ganado.
• La superficie marina utilizada en la pesca.
• Las hectáreas de bosque necesarias para asumir la huella de carbono que genera nuestro consumo energético. En este sentido tiene en cuenta positivamente el uso de energías renovables.
No obstante, no es completo. Un aspecto a menudo criticado, es que la huella ecológica no tiene en cuenta el uso del agua, el agotamiento del suelo y otros impactos generados por el consumo.
GANADERÍA: UN EJEMPLO DE HUELLA ECOLÓGICA
Un ejemplo de una actividad que deja una profunda huella ecológica es el de la ganadería. Con la popularización del consumo de carne, se produjo una intensificación en su producción que trajo grandes consecuencias socioambientales.
La producción de ganadería intensiva es responsable en gran parte de la contaminación atmosférica, por las emisiones de gases de efecto invernadero que producen los animales al ser criados de esta forma. Asimismo, sus excreciones contaminan suelos y acuíferos por infiltración, sobre todo por su alimentación y los medicamentos que se le aplican.
Por otra parte, la expansión de la actividad ganadera, es responsable de la deforestación no sólo por el territorio que ocupan los animales sino por los cultivos que se realizan exclusivamente para alimentarlos.
TEST DE HUELLA ECOLÓGICA: CÓMO CALCULAR SU MAGNITUD
Según Global Footprint Network, una ONG formada por investigadores independientes que utiliza distintos indicadores ambientales, pero principalmente el de huella ecológica, para 2050 necesitaríamos 2,5 planetas para los 6.000 millones de habitantes si seguimos con este estilo de vida.
Para saber el impacto que causamos en los recursos naturales hay varios tests que podemos realizar. Conocer la huella que dejamos en el ambiente puede permitirnos cambiar desde los más pequeños hábitos y así crear una huella positiva.
En particular, el test que ofrece Footprint Calculator es bien interesante. Se trata de una plataforma interactiva que además de mostrarte cuantos planetas se necesitarían con tu estilo de vida actual, tiene mucha información sobre el impacto causado y cómo mejorarlo.