La calma volcánica de más de 800 años en la península de Reykjanes, Islandia, se rompió nuevamente con la séptima erupción desde diciembre. El miércoles por la noche, una fisura de tres kilómetros liberó lava cerca del famoso spa geotermal “Blue Lagoon”.
Aunque menos intensa que la última erupción en agosto, el evento sorprendió a turistas y residentes, mientras las autoridades tomaron medidas para proteger a la población.
Se evacuaron unas 50 viviendas y a los huéspedes del spa, ya que la lava consumió un edificio de servicios y un estacionamiento del lugar. Las tuberías que transportan agua caliente a la región, diseñadas para resistir el flujo de lava, no sufrieron daños significativos, pero las emisiones de gases activaron alertas en Grindavík, una localidad cercana parcialmente evacuada el año anterior.
Volcán en erupción en Islandia 🌋pic.twitter.com/mVZpGPMyTK
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) November 2, 2024
A pesar de la recurrencia de las erupciones, Grindavík no está amenazada directamente por el flujo de lava, según Snorri Valsson, portavoz de la Junta de Turismo de Islandia. Sin embargo, la constante actividad volcánica ha transformado la vida de sus habitantes, que enfrentan daños en infraestructuras y viviendas.
Esta situación ha forzado a muchos de los 3.800 residentes de Grindavík a abandonar sus hogares, marcando un cambio drástico en la dinámica de esta pequeña comunidad cercana a Reikiavik.