Mientras los bomberos se preparan para seguir afrontando incendios forestales, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) predice que los vientos más fuertes azotarán California y Oregón, de hasta 64,37 kph.
Si bien los incendios forestales no son un fenómeno meteorológico, se ven afectados directamente por el clima, dice NWS: «La mayoría de los incendios forestales son provocados por rayos», dice la organización en su sitio web. “Y la mayoría de estos ocurren en ausencia de lluvia. Cuando esto ocurre, el rayo se conoce comúnmente como ‘rayo seco’. Los vientos por rachas a menudo acompañan a las tormentas con rayos secos y aceleran la propagación de los incendios«.
Los fuertes vientos crean situaciones impredecibles durante la temporada de incendios forestales. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), esto, con una baja humedad relativa (cantidad de vapor de agua en el aire), condiciones atmosféricas inestables y tormentas eléctricas favorece los incendios.
«Los vientos más fuertes suministran oxígeno al fuego, precalientan los combustibles en su camino y transportan las brasas por delante del frente en llamas», escribió el investigador de la NOAA Nick Nauslar. Explicó que la baja humedad crea pasto seco, el combustible perfecto para el fuego, y que el viento puede ayudarlo a crecer y propagarse.
Las ráfagas de viento definitivamente han jugado un papel fundamental en la propagación de los incendios forestales vistos en California a través de Washington. En Oregón, la zona extrema de Riverside experimentó un rápido crecimiento debido a «condiciones climáticas extremas de incendios y vientos», que los bomberos describieron como «comportamiento de fuego intenso».
El gráfico muestra cómo el viento puede influir en la velocidad de propagación de los incendios forestales. Foto: NOAA/Gentileza Newsweek
La dirección de las corrientes de aire (el ángulo de cómo el viento cruza las isobaras) también puede influir en el crecimiento y la propagación de las llamas. En situaciones extremas, las «corrientes de aire violentas en la superficie» cerca y más allá del perímetro de un incendio pueden crear una tormenta de fuego; el NWS define esto como una «convección violenta causada por una gran área continua de fuego intenso». A veces, pueden producirse remolinos de tornados.
NWS ha emitido Advertencias de Bandera Roja para partes de Oregon debido a los mismos «fuertes vientos racheados» combinados con aire seco de baja humedad relativa; se predice que los vientos alcanzarán hasta 64,37 kph y la humedad bajará hasta un 7%. Es esta peligrosa pareja la que puede provocar el rápido crecimiento de los incendios forestales.
Si bien los incendios forestales no son infrecuentes en estados como California, la temporada de este año ha traído escenarios sin precedentes que han dejado perplejos a los servicios de emergencia, políticos y residentes. En declaraciones al New York Times, el jefe de bomberos de Aumsville, Roy Hari, explicó: «La gente está preparada, pero no para un incendio de esta magnitud».
Otro problema viene en forma de humedad nocturna. Normalmente, cuando las temperaturas bajan, la humedad relativa aumenta, creando condiciones meteorológicas de incendio menos favorables. Sin embargo, en California, Oregón y Washington los niveles de humedad relativa no han aumentado de la noche a la mañana, lo que significa que los incendios pueden seguir creciendo.
Por supuesto, no son solo las ráfagas las que influyen en cómo crece y se propaga un incendio. La inclinación de una pendiente puede afectar el ángulo de los movimientos del fuego y actúa de manera similar al comportamiento del viento, así como al aspecto (la dirección en la que se enfrenta la pendiente).
Publicado en colaboración con Newsweek. / Published in collaboration with Newsweek.
