Ante las olas de calor cada vez más intensas, producto del cambio climático, la Organización Mundiall de la Salud (ONU) alertó sobre una «poción diabólica» que constituye una amenaza para los humanos y para todos los seres vivos.
La entidad, basándose en un informe científico, explicó que las capas de humo provocadas por los incendios que cubrieron las ciudades de Atenas y Nueva York, generaron una contaminación atmosférica que junto con el calor extremo, lleva a la composición de determinados procesos químicos altamente peligrosos para la salud.
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En consecuencia, Petteri Taalas, secretario de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), indicó en la exposición del boletín sobre la calidad del aire y el clima que «las olas de calor deterioran la calidad del aire, con repercusiones para la salud humana, los ecosistemas, la agricultura y nuestra vida cotidiana».
El funcionario fue por más y advirtió que «lo que se ve en 2023 todavía es más extremo» y por eso, hizo hincapié en que el cambio climático y la calidad del aire «van de la mano y deben ser combatidos juntos para romper este círculo vicioso».
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El cambio climático incrementa el tiempo y la intensidad de las olas de calor y esto es algo que en el futuro continuará ocurriendo. Este aumento que tiene consecuencias en los químicos que están en el aire que todo ser vivo respira, se tornará cada vez más peligroso y esa es la razón por la que la ONU habló de «una poción diabólica» para la salud de los humanos, de cualquier ser viviente y del planeta en general.